miércoles, 30 de septiembre de 2015

Síndrome del ratón: la solución está en tus manos



 Por Guillermo Muñoz Arcos


¿Quién no ha oído hablar alguna vez del  Síndrome del Túnel Carpiano? ¿Quién no ha tenido algún  familiar, amigo o incluso uno mismo con esta patología? Pero... ¿sabemos realmente qué es? ¿Qué síntomas se producen? ¿Cuál es el tratamiento?

En el siguiente artículo esperamos despejar vuestras dudas.

¿A qué llamamos túnel carpiano?


El túnel carpiano es un canal que se encuentra en nuestra muñeca y está limitado por los huesos de esta y el  llamado ligamento transverso del carpo. Por el interior de este túnel discurren  tendones que se ocupan de la flexión de los dedos y la muñeca, y también el nervio mediano, encargado de la sensibilidad de los tres primeros dedos de la mano: pulgar, dedo índice y dedo corazón.

Además el nervio mediano, proporciona inervación de los músculos flexores de muñeca y los flexores de los tres primeros dedos. 
El Síndrome del Túnel Carpiano consiste  en la compresión nerviosa, de dicho nervio mediano, producida  por el ligamento transverso del carpo, el cual "envuelve" la muñeca creando un compartimento muy reducido y provocando el pinzamiento de dicho nervio.

Esta compresión produce molestias, hormigueos, dolor de los tres primeros dedos de la mano (pulgar, dedo índice, corazón).





¿Por qué se produce?


El Síndrome del Túnel Carpiano, afecta mayormente a las mujeres en un 80% de los casos. Durante los períodos de la menopausia y postmenopausia.
Hay multitud de causas que pueden provocar esta afección:
En un alto porcentaje de los casos, se debe a un túnel carpiano muy estrecho, que está presente desde el nacimiento de la persona.
Fracturas óseas a ese nivel. Como pueden ser fracturas de radio, cubito ó huesos del carpo.
Artritis reumatoide.
La Gota, produce cristales de ácido úrico que al acumularse en la muñeca puede producir el Síndrome del Túnel Carpiano.
Tendinitis de los músculos que pasan por el interior de esta estructura del túnel del carpo.
Por realizar movimiento repetitivos o de estrés, de flexo- extensión de la muñeca y dedos.


En actividades laborales como el manejo del ratón del ordenador,( de ahí que se le conozca también como síndrome del ratón) y también por escribir con el teclado, ya que esto produce un aumento de la tensión de los músculos de la muñeca.
Quistes o tumores que crecen en la muñeca.
Infecciones.


Signos y síntomas


Los síntomas suelen ser progresivos si no se tratan.
Se producen signos y síntomas sensitivos, motores y tróficos.
Parestesias u hormigueos de los dedos.
Dolores en la mano y muñeca al mover la muñeca ó comprimir la muñeca.
Los síntomas suelen agudizarse, preferentemente por la noche.
Puede haber disminución de la sensibilidad de los dedos.
Déficit y debilidad de los dedos y muñeca.
Atrofia del músculo situado en la base del pulgar (llamado Eminencia Tenar).
Tumefacción ó entumecimiento.
Dificultad en el agarre de los objetos con la mano.
Problemas en la coordinación con los movimientos finos de los dedos de la mano.
Alteraciones de la transpiración.





¿Cómo prevenirlo?


Cada vez hay más concienciación en la sociedad, de los efectos beneficiosos, que se producen con la adaptación en el trabajo, de diferentes medidas que evitan futuras lesiones. La ciencia que estudia esto se denomina “Ergonomía”.
Podemos citar algunos ejemplos de Ergonomía, para que todo quede más claro.
Almohadillar la base del teclado del ordenador, para que la mano y muñecas se apoyen y evitar tensiones en dicha zona.
Almohadillar  la zona inferior de las alfombrillas del ratón, igual que el anterior para disminuir tensiones en muñecas.
Utilizar muñequeras ó vendajes funcionales de forma preventivos, en la práctica deportiva (tenis, baloncesto…).




Tratamiento


Podemos citar tres tipos de tratamientos diferentes: Médico, Fisioterapia y Quirúrgico.

Tratamiento médico:
El uso de órtesis ó férulas, en posición neutra- funcional de la mano. La posición funcional de la mano es como si agarrásemos un vaso. Es decir con ligera extensión de muñecas y flexión de los dedos.
Medicamentos: Podemos citar los Antiinflamatorios (AINES). Con este tipo de medicamentos hay que tener cuidados por las complicaciones que pueden tener.
Infiltraciones con glucocorticoides. Especial cuidado en pacientes diabéticos.
Analgésicos.

El tratamiento médico,  siempre que esté recetado por un facultativo. Nunca hay que automedicarse.

 Tratamiento físico:
     Aplicar tratamiento físico, para evitar la cirugía.
Aplicar compresas frías o calientes en las muñecas.
Utilizar vendajes funcionales.
Electroterapia analgésica.
Masajes en la zona del antebrazo y muñecas.
Ultrasonidos y Onda corta.
Evitar movimientos contraindicados en el Síndrome del Túnel Carpiano., como son: Flexión de muñecas y llevar cargas.
Evitar dormir sobre las manos.





Tratamiento Quirúrgico:

Se aplica siempre que haya fracasado el tratamiento medico y fisioterapéutico.
La cirugía del túnel Carpiano, tiene como finalidad la descompresión, es decir, sección del ligamento del carpo.
Con este procedimiento se libera la compresión que había bajo dicho ligamento, el cual estrangulaba las estructuras que había bajo él.
La cirugía es efectiva en la mayoría de las veces. También depende de la progresión del Síndrome del Túnel Carpiano y su gravedad.

         





A continuación  podéis ver un video sobre el tema que os puede resultar de utilidad




“Recordad: Lo más importante es PREVENIR antes de que surja el problema"
¡Tu enfermera de Familia te puede orientar !


miércoles, 23 de septiembre de 2015

Antes de que me olvides...



Por Elisabeth Gutiérrez Bermúdez

“Recuerdo que dejó de recordarme. Me miraba y no le brillaban los ojos de la misma manera. Olvidó pronunciar mi nombre, abandonó sus salidas al parque, no sonreía ni se alegraba por las cosas buenas que ocurrían a su alrededor. Solo disfrutaba con la música de su época y sonreía rememorando alguna historia de su niñez o de su primer y único amor. Casi siempre estaba de  mal humor, y cuando me contaba alguna historia perdía el hilo y divagaba.

Me lamentaba a diario. No sabía en qué momento exacto había comenzado a perderle, no sabía en qué punto comenzó a desorientarse, a preguntarme cuándo llegaría Juana (su gran amor, mi abuela de la que enviudó hace ya algunos años), pues según él, últimamente siempre faltaba a su cita de las cinco y eso le irritaba.

Pero poco a poco dejó de preguntar por ella, parecía que se había dado por vencido y comprendía que jamás iba a llegar. Perdió el interés por todo, dejó de hablar, y no volver a escuchar su voz me provocó una de las sensaciones más tristes que jamás he vuelto a sentir. Se fue alejando hasta que desapareció por completo (aunque perdura por siempre en mis recuerdos).

Mi único consuelo es saber que, a su manera, en todo momento supo que yo era su nieta favorita y estaba ahí para cuidarle y recordarle que era el mejor abuelo del mundo.

“La demencia se come el pensamiento del enfermo y a su vez destroza los sentimientos de los que lo quieren y lo cuidan”. Dr. Nolasc Acarín Tusell

“El 21 de septiembre se celebra el día mundial del Alzheimer, fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer, cuyo objetivo no es más que el de dar a conocer la enfermedad y solicitar el apoyo y solidaridad de la población,de las instituciones y organismos oficiales”.


Algunos datos epidemiológicos nos dicen que…


Cada 7 segundos surge en el mundo un nuevo caso de demencia, siendo actualmente su prevalencia de unos 35,6 millones. La demencia tipo Alzheimer es la más común ocupando entre un 60% y un 70% de los casos totales. 

Además, la mejora de la salud mundial está produciendo un aumento del envejecimiento poblacional, de tal manera que en España se calcula que, para el 2050, uno de cada tres españoles tendrá más de 65 años, lo que hace prever que el número de afectados por Alzheimer ascenderá a una cifra cerca del millón. Datos alarmantes, ¿verdad?


Dime Alzheimer ¿de dónde vienes?


Hoy en día, cuando escuchamos la palabra Alzheimer nos resulta familiar y la solemos relacionar con una pérdida de memoria. Además, la acompañamos por una connotación negativa por lo que supone para el enfermo pero sobre todo para su familia. Pero ¿qué más sabemos sobre ella? Remontemos a su inicio.

 Fue detallada por primera vez en una conferencia en noviembre del año 1906 por el neurólogo Alois Alzheimer, a quien debemos su nombre. En ella describió a una paciente llamada Auguste D (la primera persona diagnosticada por esta enfermedad) de 51 años de edad, residente en Frankfurt, que presentaba un deterioro cognitivo progresivo, alucinaciones y delirios. 

Determinó tras examinarla exhaustivamente, que su memoria estaba deteriorada así como el lenguaje, mostraba desorientación y sufría paranoia y alucinaciones auditivas.  Según escribió Alzheimer, "Augusta se cubría con la almohada en vez de con las sábanas y se acurrucaba sobre el edredón de plumas". Esta actitud evidenciaba un avanzado deterioro cognitivo, que a día de hoy se considera propio de la enfermedad.

A grandes rasgos, podemos decir que es una enfermedad sin causa conocida que se inicia de forma insidiosa apagando lentamente ciertas áreas de neuronas (no todas) de forma progresiva. Se divide en 3 fases: una inicial acusada por una leve sintomatología que muestra una pérdida de memoria, cambios de humor bruscos (que a su vez alteran las emociones y producen un deterioro en las relaciones sociales) y desorientación en tiempo y espacio. 

Le sigue una fase intermedia que suele durar entre 2-10 años (la mayoría de casos se diagnostican en esta fase), donde se ocasiona un deterioro cognitivo más acentuado que afecta, aunque no sucede igual en todas las personas, al pensamiento, al lenguaje, a la comprensión, al cálculo, al aprendizaje y al juicio, produciendo también problemas de movilidad y coordinación. La fatiga aumenta y la motivación disminuye pudiendo desatar reacciones agresivas y desmesuradas ante estímulos mínimos. 

Todo esto poco a poco conlleva a una pérdida completa de la autonomía, entrando en la tercera y última fase (que puede durar entre 1-5 años) donde el enfermo presenta tal pérdida de células cerebrales que le llevan al mutismo, a una rigidez que le impide hacer vida fuera de la cama o el sillón y, en definitiva, a la ausencia completa de las funciones cognitivas donde ya no reconocen a su familia ni seres queridos. Durante esta fase aparecen un gran número de enfermedades e infecciones al carecer de defensas, por lo que suelen fallecer a causa de una complicación de éstas.

La esperanza media de vida desde que se diagnostica hasta el fallecimiento, es de 4 a 8 años para las personas mayores de 65 años, aunque en ocasiones pueden llegar a vivir hasta 20 años.


Y… ¿En qué se basa tu diagnóstico? 


Aunque hay muchos avances al respecto, el diagnóstico definitivo continúa siendo post-mortem a través de una autopsia cerebral. No obstante, nos podemos basar en la clínica que presenta el paciente y en el descarte de otras demencias.

Para obtener los datos necesarios se requiere de un examen riguroso comprendido por una historia clínica completa, una exploración física, un estudio neurológico (basado en test formados por una serie de preguntas que ayudan a detectar los síntomas mentales provocados por lesiones cerebrales) y pruebas de imagen.

Se requiere de un tiempo mínimo de unos 16 a 22 meses desde los primeros síntomas para poder hacer un “probable” diagnóstico de Alzheimer. Solo si apareciera una agravación de las capacidades cognitivas, se podría acelerar el proceso.


¿Cómo puedo tratarte? 


Es otra de las asignaturas pendientes. Actualmente, no existe un tratamiento curativo eficaz que controle o detenga el daño neurodegenerativo. Se dispone de fármacos que ayudan a tratar su sintomatología para reducir y/o retrasar su aparición con el fin de mantener la independencia del individuo, pero existe también el tratamiento no farmacológico, el cual es vital y deseable siempre que sea posible. Este recomienda estimular cognitiva y afectivamente al paciente mediante el manejo de algunas técnicas, como por ejemplo:
  • Entrenamiento de la memoria (adivinanzas, refranes, reconocer personas, describir objetos, etc.)
  • Orientación a la realidad (recordarle diariamente la fecha, lugar donde se encuentra, nombres, etc.)
  • Musicoterapia (que escuche y baile música de su época. Actualmente se cree  que el área del cerebro que aloja los recuerdos musicales se ve menos dañada por la enfermedad. Se sabe que los recuerdos que más perduran son los que están unidos a una vivencia emocional intensa y la música está muy ligada a las emociones)
  • Estimulación física (que pasee y no esté sentado mucho tiempo. Mantenerles activos produce una mejora de la calidad de vida y un menor deterioro físico y cognitivo, por lo que se recomienda en estadios iniciales)
  • Modificación del entorno (estimulación con luz, retirar los espejos, etiquetar  los enseres cotidianos o el mantenimiento de las puertas abiertas, son estrategias que se emplean pero de las que existe poca evidencia científica que demuestre su eficacia, aunque pueden ser de gran utilidad en algunas personas)

Es muy importante hacer un seguimiento de cerca para saber si el tratamiento funciona favorablemente. Lo adecuado es hacer una combinación del farmacológico con el no farmacológico.


¿Podría evitar de alguna forma padecer Alzheimer?


Aunque no se sabe su causa o mejor dicho, sus causas,  si se han determinado una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecerla.

Algunos son:
  • La edad (la mayoría son mayores de 65 años pero se han dado algunos casos en edades previas).
  • La herencia genética (la probabilidad aumenta si se tiene un padre y/o hermano afectado, duplicándose si hay más de un familiar con dicha enfermedad. Pero no es determinante, pues se dice que es una combinación de influencias genéticas y no-genéticas)
  • Mayor prevalencia en el sexo femenino
  • Consumo de tabaco y/o alcohol
  • Tener un bajo nivel educativo
  • Presentar síntomas depresivos
  • Estilo de vida poco saludable (dieta desequilibrada y realizar poca o nula actividad física)
  • Padecer hipertensión, Diabetes Mellitus u obesidad

Lamentablemente no existen pautas para prevenirla al desconocer aun su causa, pero una de las claves principales está en apostar por un estilo de vida saludable. Son varios los estudios que aportan buenos resultados cuando se decide mantener una dieta equilibrada que incluya pescado, frutas, vegetales, pan, cebada, aceite de oliva y consumo moderado de vino tinto (contiene antioxidantes que podrían ser neuroprotectores). 

También benefician el no fumar, hacer ejercicio regularmente y realizar actividades que estimulen la mente.  Claro está que no podemos olvidarnos de factores no modificables como la herencia genética o el hecho de ser mujer, por ejemplo, pero esa es la mala suerte que no se puede saltear.


Creo que un familiar sufre Alzheimer ¿existe algún test que pueda orientarme antes de ir al Centro de Salud?


La respuesta es “sí”. Desde hace pocos años se dispone de un test de memoria y cognición para realizar en caso de sospecha, el AD8. Fue desarrollado por científicos norteamericanos basándose en 8 preguntas que deben ser contestadas por una persona cercana al “enfermo”, pues normalmente es un familiar o amigo el que se percata de cambios en el carácter y/o disminución del interés para realizar actividades, que le hacen dudar sobre si padece algún tipo de demencia. 

Es importante recalcar que una pérdida de memoria no es sinónimo de Alzheimer, pues suele ser una queja habitual en cualquier edad, aunque se multiplica en la etapa final de la vida. De la misma manera, tampoco son determinantes la pérdida de motivación o la disminución de ciertas capacidades intelectuales. Esto solo debe llamarnos la atención para proceder y pedir ayuda.

El AD8 evalúa si las alteraciones en la cognición afectan en la realización de tareas cotidianas, lo que permite identificar a aquellos que precisan un seguimiento. Evidentemente, su función no es la de diagnosticar una demencia, pues eso es tarea del especialista, pero sí juega un papel fundamental para elaborar una detección precoz y así actuar cuanto antes. Puede verlo a continuación:

AD8

¿Qué preguntas plantearse? (contestar por "Si" o "No")
1) ¿Ha habido algún problema a la hora de tomar una decisión? Un ejemplo puede ser una mala decisión económica.
2) ¿Ha disminuido su interés por sus pasatiempos o aficiones?
3) ¿Repite las cosas, tales como historias, declaraciones o preguntas?
4) ¿Tiene problemas de aprendizaje o de utilizar aparatos modernos como el mando a distancia del televisor o un horno de microondas?
5) ¿Ha olvidado la fecha en la que vive, mes y año?
6) ¿Ha notado alguna dificultad en su manejo de la economía doméstica?
7) ¿Olvida las citas con más frecuencia que antes?
8) ¿Ha notado algún problema en relación con la memoria o el pensamiento?

¿Cómo valorar el test?
Cada "Sí" supone un punto.
Si la puntuación final es mayor a 2 puntos, la persona necesita realizar el test de Mini Mental.

Mi familiar ha dado 3 puntos en el test AD8 ¿Nuestro enfermero de Atención Primaria puede ayudarnos?


Haya o no realizado el AD8 previamente, ante cualquier sospecha debe asistir a su Centro de Salud. Enfermería, por ser el profesional más cercano y mejor dotado en cuanto a promoción de la salud y prevención de enfermedades, es el más indicado para ayudar en estos casos.

Desde la consulta de enfermería de Atención Primaria, se ofrecen una serie de instrumentos de cribado que ayudan a detectar una posible demencia. Son test fáciles, rápidos, simples, de bajo coste y aplicables a todo tipo de personas, con el que se obtiene un punto de corte que ayuda a seleccionar a aquellos pacientes susceptibles de ser derivados al médico especialista y así recibir una exploración exhaustiva y poder emitir un diagnóstico correcto. 

El test más utilizado es el Mini-Mental State Examination, pero también existen el Test del reloj y Pfeiffer, entre otros.

Asimismo, a través de las visitas que realiza a su enfermero, éste profesional también  juega un papel fundamental en la detección de una posible demencia, pues al ofrecer un seguimiento estrecho (tanto en el centro de salud como en el domicilio) puede observar desviaciones en el estado de salud que estimulen la realización de los test. Por ello, es importante que cumpla con su autocuidado, lo que implica también acudir a las visitas programadas con su enfermero y médico de familia.

Igualmente, enfermería colabora en las fases iniciales de la enfermedad con el objetivo de potenciar el autocuidado y prolongar el mayor tiempo posible la independencia del individuo. Ofrece actividades encaminadas a facilitar la ejecución, principalmente, de las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD) e interviene en el entrenamiento de las habilidades cognitivas. 

En fases avanzadas brinda atención a través de la visita domiciliaria incluyendo a toda la unidad familiar, abasteciendo una red de soporte a través del Equipo de Atención Primaria. No podemos olvidar que la familia es la indirectamente perjudicada sobre la que recae el peso de la enfermedad, donde suele haber un cuidador principal  con el que debemos colaborar, educándole adecuadamente e informándole de las ayudas de las que se disponen para, en definitiva, evitar su sobrecarga y hacerle más fácil el camino de cuidar a un ser querido.


¿Qué no debería hacer NUNCA ante un enfermo de Alzheimer? 


La Fundación Alzheimer España, en su web, publica los 10 “nuncas” a utilizar con un enfermo de Alzheimer:

1. NUNCA discutas con el enfermo, ponte de acuerdo con él.
2. NUNCA trates de razonar, distrae su atención.
3. NUNCA le avergüences, ensálzalo.
4. NUNCA trates de darle lecciones, serénalo.
5. NUNCA le pidas que recuerde, rememórale las cosas y hechos.
6. NUNCA le digas "ya te lo dije...", repíteselo cuantas veces haga falta.
7. NUNCA le digas "ya te lo dije...", dile "haz lo que puedas".
8. NUNCA le exijas y ordenes, pregunta y enséñale.
9. NUNCA condesciendas, dale ánimos o ruégale.
10. NUNCA fuerces, refuérzale.

Si te ha parecido curioso, entra en su web http://www.alzfae.org/alzheimer  y continúa indagando. Verás que está cargada de información muy útil.


Antes de que me olvides recuerda que intenté evitarlo…

Se sabe que es una enfermedad que produce miedo y que éste puede ser uno de los motivos por los que su diagnóstico está infravalorado, pues se estima que casi la mitad de los enfermos no están diagnosticados y esto impide ser tratados a tiempo. También sabemos que tiende al alza, que supone un elevado coste sanitario y que no solo deteriora a la persona que la padece, sino que comporta un declive familiar.


Por ello, no podemos desviar la mirada hacia otro lado e ignorar lo que ésta significa.  Ante cualquier duda o consulta, visita a tu enfermero de Atención Primaria. ¡Pero hazlo rápido! Hazlo antes de que llegue un día en el que seas incapaz de recordarlo.

Para terminar, échale un vistazo al siguiente cortometraje para que veas lo duro que es perderse entre recuerdos olvidados.



“Sé que me miras sin mirarme y que quizás me recuerdas sin acordarte. No te preocupes, yo sé quién eres y jamás podré olvidarte”


miércoles, 16 de septiembre de 2015

Cadena de frío: cuando la enfermera es el eslabón más fuerte


Por Ángel Palacios Álvarez

La vacunación de la población es una de las actividades clave que realiza la enfermera de Familia y Comunitaria en su día a día. Su labor a este respecto consiste en informar al paciente sobre el propósito de la vacuna, su eficacia, sus beneficios, sus posibles efectos adversos, las dosis que necesita, además de encargarse de su correcta administración y registro en la historia clínica. 

Pero, además, la enfermera realiza un importantísimo trabajo al ser responsable, en muchos casos, del correcto mantenimiento de la cadena de frío de las vacunas del centro sanitario. Si la cadena de frío se rompe la eficacia de las vacunas puede alterarse o incluso perderse por completo, con lo que disminuirá su eficacia sobre la inmunidad de la población ante la enfermedad contra la que se quiere luchar. 

Las enfermeras son muy conscientes de la importancia del mantenimiento de la cadena de frío, conociendo cuales son los elementos clave de esta tarea. Esta semana queremos dedicar este espacio a dar un breve repaso de las actividades principales a tener en cuenta para que todas las vacunas del centro se administren en su estado de conservación óptimo. Esperamos que os resulte interesante.


La cadena de frío


El mantenimiento de la cadena de frío es el proceso mediante al cual un producto termosensible mantiene su temperatura dentro de unos parámetros concretos desde su producción hasta su consumo. Las vacunas son uno de estos productos sensibles a la temperatura, y en su caso la cadena de frío debe mantenerse desde su producción en los laboratorios hasta su administración a la población en los diferentes centros de vacunación.

Este proceso se llama cadena porque las distintas fases que implica, transporte, distribución, almacenamiento, manipulación y administración, son verdaderos eslabones que deben mantenerse unidos firmemente, y que de alterarse la temperatura de las vacunas en alguno de ellos afectaría a su inmunogenicidad. Las vacunas pueden inactivarse y volverse ineficaces no solo con los cambios de temperatura sino también con los cambios de humedad o de luz (sin olvidar su caducidad que debe cumplirse estrictamente).


El responsable de vacunas


En cada centro de vacunación debe designarse un responsable de vacunas, quien será la persona encargada del mantenimiento de la cadena de frío desde la recepción de las vacunas hasta su administración. En muchos casos, esta persona responsable es una enfermera, debido a que está en contacto directo con las vacunas y, como hemos dicho, se encarga de su administración. 

El responsable de vacunas debe ser una persona formada en los aspectos relacionados con la cadena de frío, debe conocer las vacunas y sus características, y los protocolos de actuación ante situaciones de rotura de la cadena de frío.

Además, esta enfermera tendrá una serie de tareas periódicas muy importantes que hará que todo este proceso tenga una calidad asegurada. Entre las tareas más importantes están: 

  • Recibir las vacunas en el centro, comprobando la temperatura durante del transporte.
  • Almacenarlas en las condiciones óptimas.
  • Comprobar el correcto funcionamiento de los frigoríficos de almacenaje.
  • Comprobar la cantidad de vacunas de que se dispone y realizar el pedido correspondiente.
  • Comprobar las caducidades de las vacunas.
  • Registrar diariamente las temperaturas máximas y mínimas del frigorífico.
  • Informar sobre incidentes con las vacunas.
  • Ofrecer sesiones al equipo sobre actualizaciones en vacunas. 

Es muy importante que en el centro de salud haya varias personas que estén formadas y conozcan las funciones del responsable de vacunas, y que, en su ausencia, sean capaces de asumir sus funciones.

El trabajo del responsable de vacunas es, como otras muchas tareas que realizan las enfermeras de Atención Primaria, una labor muy importante pero que en muchos casos pasa desapercibida o no es valorada en su justa medida.


Recepción de las vacunas


Cuando las vacunas llegan al centro de salud, el responsable debe encargarse de:
  • Comprobar que las vacunas recibidas corresponden con el pedido en tipo y cantidad.
  • Comprobar el estado de las vacunas, y que sus envases están en buenas condiciones, asegurándose de que las fechas de caducidad son correctas.
  • Verificar que los monitores de transporte del interior de las neveras ofrecen una lectura correcta (estos monitores recogen las temperaturas máximas y mínimas durante el transporte).
  • Rellenar y firmar el formulario de recepción de las vacunas.
  • Almacenar las vacunas en los frigoríficos correspondientes, colocándolas por orden de caducidad, de manera que se acceda con mayor facilidad a las vacunas más antiguas.

Si se produjera cualquier incidencia durante esta recepción se debe comunicar al distribuidor inmediatamente, a la vez que a los servicios de Salud Pública correspondientes.


Almacenaje y conservación de las vacunas


Las vacunas necesitan una serie de revisiones diarias para asegurar su correcto almacenaje y conservación. Las tareas del responsable de vacunas a este respecto son:
  • Comprobar que las temperaturas del frigorífico no han sobrepasado los límites del rango de conservación. Las vacunas se deben mantener en un rango de temperaturas entre 2ºC y 8ºC. El termómetro de máximas y mínimas debe estar colocado correctamente, accesible sin abrir la puerta del frigorífico y con la sonda situada en el centro del mismo, separado de las paredes y del hielo (no existe consenso de los expertos sobre si la sonda debe situarse en un medio líquido o colgando sin contacto).
  • Registrar la temperatura máxima y mínima del turno en la gráfica de temperaturas y resetear el termómetro.
  • Verificar que el frigorífico solo contiene vacunas, medicamentos termosensibles y acumuladores de frío (en ningún caso se puede utilizar el frigorífico para guardar comidas y bebidas). Se recomienda tener acumuladores de frío (pudiendo ser botellas de agua salina) en la parte inferior del frigorífico para que, en caso de avería del frigorífico, se mantenga la temperatura durante unas horas. Además, permitirán estabilizar la temperatura cada vez que se abra la puerta.
  • Examinar las fechas de caducidad de las vacunas, comprobando que no están caducadas y que están colocadas en el frigorífico por orden de antigüedad.
  • Revisar que las vacunas están colocadas adecuadamente por orden de termosensibilidad (ver epígrafe más abajo).
  • Comprobar que las vacunas están protegidas de la luz y de la humedad, y que no están colocadas en la puerta del frigorífico.
  • No permitir que la cantidad de vacunas almacenadas sobrepase el 50% de la capacidad total del frigorífico, consiguiendo así una estabilidad en la temperatura y la circulación de aire (lo que evita la condensación).
  • Evitar que se forme hielo o escarcha dentro del frigorífico. Esto se consigue a través de una correcta limpieza de las paredes. Cuando el frigorífico tiene hielo disminuye su capacidad de enfriamiento y su estabilidad térmica.
  • Comprobar que la puerta del frigorífico quede siempre bien cerrada. Se recomienda abrir el
    frigorífico las menos veces posibles durante el turno, y que cuando se abra sea el menor tiempo posible.
  • Verificar que cada estante tiene un cartel que indica que vacunas contiene, que ayude a localizar las vacunas lo antes posible (incluso antes de abrir la puerta si esta es de cristal). Se recomienda tener cerca del frigorífico un esquema gráfico de la colocación de las vacunas dentro del mismo.
  • Confirmar que situación del frigorífico es la adecuada, separado 10 centímetros de la pared por todas sus caras, alejado de fuentes de calor y de la luz directa del sol. Además, debe estar enchufado directamente a la red eléctrica y nunca a una regleta de enchufes. Debido al gran valor del contenido del frigorífico se recomienda que esté conectado a un sistema de emergencia eléctrico para evitar la ruptura de la cadena de frío.


Colocación de las vacunas según su termosensibilidad


Las vacunas deben ubicarse dentro del frigorífico de una manera específica a fin de conservarlas adecuadamente. Para ello debemos seguir las siguientes indicaciones:

  • La vacunas termolábiles se deben almacenar en las zonas más frías del frigorífico. Estas vacunas son aquellas a las que afecta fácilmente el calor. Las vacunas de este tipo más frecuentes en nuestras neveras son Polio Oral y Triple Vírica. Se sabe que la pérdida de eficacia de estas vacunas por subidas de la temperatura es acumulativa.
  • Las vacunas sensibles a temperaturas inferiores a 0ºC se situarán en la zona menos fría del frigorífico. Son vacunas que pierden su efectividad cuando se congelan por lo que hay que mantenerlas alejadas de las paredes interiores y de zonas con hielo. Las vacunas de este tipo más frecuentes en nuestras neveras son Difteria, Tétanos, Pertusis, Haemophilus Influenzae Tipo B, Hepatitis A, Hepatitis B, Meningococo conjugada C, Polio inactivada, Gripe y Neumococo polisacárida.


Transporte de las vacunas


En algunas ocasiones es necesario transportar las vacunas fuera del centro de salud, ya sea para su uso inmediato o para cederlas a otros centros de vacunación (por ejemplo, es habitual que cuando un centro agota las existencias de una vacuna que necesita de manera inmediata, le pida un número pequeño de ellas a un centro próximo).

En estos casos, se debe utilizar un contenedor térmico adecuado, que suele ser una nevera tipo camping, provista de acumuladores de frío. Estos deben estar colocados de tal manera que no estén en contacto directo con las vacunas transportadas (se pueden separa con una placa de corcho blanco). 

Si el transporte es largo, se recomienda el uso de un termómetro de máximas y mínimas (o cualquiera de los indicadores de temperatura de transporte específicos que existen en el mercado) que nos asegure que se ha preservado la cadena de frío.


Ruptura de la cadena de frío


Si por cualquier motivo, se interrumpe el suministro eléctrico del frigorífico, y nos damos cuenta a tiempo, se debe evitar abrir la puerta para mantener el mayor tiempo posible el rango adecuado de temperatura para las vacunas. 

Si no se abre el frigorífico, este podrían mantener las vacunas correctamente refrigeradas hasta 6 horas sin recibir corriente eléctrica. Una vez que se comprueba que no se va a poder restaurar la corriente eléctrica a tiempo, se deben trasladar lo más rápido posible las vacunas a un lugar adecuado (otro frigorífico en el mismo centro o en otro) manteniendo estrictamente la cadena de frío.

En otras ocasiones, cuando el frigorífico se avería o se pierde el suministro eléctrico no estamos presentes. Al mirar el termómetro de máximas y mínimas nos daremos cuenta de que se ha roto la cadena de frío.  En este caso, se deben inmovilizar todas las vacunas, pasándolas a otro frigorífico adecuado lo antes posible, pero sin posibilidad de ser utilizadas. 

Entonces debemos notificar lo antes posible la incidencia al Servicio de Prevención del Servicio de Salud Pública correspondiente, indicando que ha sucedido, que temperaturas marcaba el frigorífico, que vacunas contenía y cuanto tiempo ha estado sin suministro. No se podrán utilizar estas vacunas hasta que el Servicio de Prevención valore y comunique que vacunas se deben desechar y cuales se pueden utilizar. 


Inspección de los frigoríficos


Los Servicios de Prevención del Servicio de Salud Pública de cada región son los encargados de velar por el correcto mantenimiento de la cadena de frío de todos los centros de vacunación. Por ello, periódicamente realizan una inspección del estado de conservación de las vacunas y de los frigoríficos de almacenamiento, tras la que generan un informe técnico con una serie de recomendaciones y consejos para mejorar los sistemas de conservación. 


Durante la inspección el técnico de Salud Pública cumplimentará un formulario que valora todos los aspectos expuestos durante este artículo, poniendo especial énfasis en la comprobación de la exclusividad del frigorífico para vacunas, conexión a la red eléctrica, porcentaje de ocupación, colocación de las vacunas según termosensibilidad, presencia de hielo, averías recientes, correcto funcionamiento del termómetro, localización de la sonda, y gráfica de registro de temperaturas.


La enfermera: el eslabón más fuerte de la cadena de frío


Dada la importante labor que supone el mantenimiento de la cadena de frío y la adecuada conservación de las vacunas en el centro de salud, podemos decir que tanto la enfermera responsable de vacunas como el resto de enfermeras que las administran cumplen una función esencial y en muchos casos poco reconocida. Es fundamental conocer todo el proceso y el trabajo que conlleva para poder apreciar este esfuerzo. Por ello, es necesario que todos los enfermeros estemos formados y actualizados en un tema tan complejo y cambiante como son las vacunas, para poder ejercer correctamente nuestra función cada día.

¡La enfermera de Atención Primaria, tu principal referente en la administración y conservación de las vacunas!



Damos las gracias al Servicio de Prevención y al personal del Área 7 del Servicio de Salud Pública de la Comunidad de Madrid por su gran aporte de información y su apoyo en la redacción de este artículo.


miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿Sexo? Sí, gracias...(II)



Por Olga Álvarez Montes

El amigo invisible


El pasado 4 de Septiembre se celebró el día mundial de la salud sexual en el que entre otras cosas se promueve el reconocimiento del placer sexual como un componente esencial para la salud y el bienestar.

Como ya os prometimos hace unos meses, continuamos con nuestros artículos sobre este tema tan interesante, con un enfoque menos biologicista , que aborde cuestiones como el placer, los afectos, la igualdad de género y el respeto a la diversidad sexual.


En esta ocasión hablaremos de un gran desconocido : EL CLÍTORIS, un órgano cuya función es exclusivamente proporcionar placer a la mujer.

Si la sexualidad en general siempre ha sido un tema tabú en la mayoría de las culturas, no digamos ya la sexualidad femenina, reducida a aspectos reproductivos y de satisfacción masculina, fruto de la visión androcéntrica dominante.

De manera  que se produce la increible paradoja de que mientras que el cuerpo femenino siempre ha sido considerado un símbolo e icono de la sexualidad, representado miles de veces en el arte, la publicidad etc... el clítoris ha permanecido invisible para el hombre e incluso para las propias mujeres.

Todavía hoy, sigue siendo ignorado, despreciado e incluso mutilado tanto física como mentalmente.

Como muestra, basta ver, que mientras que para el pene y la vagina existen numerosos sobrenombres en las distintas lenguas, para el clítoris, prácticamente no existe ninguno y ni siquiera hay expresiones que lo mencionen.

Como dice Sophia Wallace, artista visual, en su proyecto Cliteracy: "El clítoris no es un botón, es un iceberg". Así es que, vamos a conocerlo...


Un poco de Historia...


La palabra Clítoris proviene del griego "Kleitoris", que significa "pequeño monte".

Se piensa que ya en el siglo II d.C. fue identificado por el médico Rufo de Éfeso.

Mucho después, en 1559, el cirujano Mateo Realdo Colombo de la Universidad de Padua lo menciona en su libro De re anatómica, cayendo después en el olvido.

Es en 1844 cuando el anatomista alemán George Covel lo redescubre y publica una descripción detallada de éste en el famoso manual Anatomía de Gray.


Sin embargo, las concepciones y prejuicios de la época hacen que se considere al clítoris y a la masturbación femenina como causa de desviaciones y enfermedades, recomendándose en muchos casos la extirpación de éste hasta principios del siglo XX.

Curiosamente en la edición de 1948, desaparecen los datos sobre el clítoris del manual antes mencionado.

Ya en 1960, las investigaciones de Masters y Johnson, destacan su importante función en la sexualidad femenina, pero ha seguido siendo un tema poco estudiado y tabú en muchas culturas.


Estructura y funcionamiento


La parte visible del clítoris, el glande y el capuchón o prepucio, es muy pequeña con respecto al resto de su estructura, que en total suele medir alrededor de 10 cm cuando se encuentra en reposo, aumentando su tamaño durante la erección, al igual que el pene.

Ciertamente es muy similar a éste, y no se diferencian hasta la semana 12 de la gestación, pero en este caso su función es únicamente la de dar placer a la mujer, mientras que el pene tiene además la función reproductora y urinaria.


El glande está unido al cuerpo del clítoris,donde se encuentran los cuerpos cavernosos que se bifurcan en dos.

Rodeando la vagina se encuentran los bulbos vestibulares. Cuando estos se llenan de sangre en la erección, presionan la vulva hacia afuera estrechando la vagina.

Sólo en el glande se encuentran 8.000 terminaciones nerviosas, el doble que en el masculino.

Es por tanto la zona más sensible del cuerpo humano.

Su tamaño, color,y sensibilidad varían en cada mujer, Además también cambia de tamaño con la edad y con los partos, pudiendo en la menopausia ser el doble que en la adolescencia.

Muchas mujeres tienen orgasmos más intensos en la madurez, aunque no existen estudios que relacionen el tamaño con el placer sexual.


Orgasmo vaginal versus orgasmo clitoriano


Hasta hace poco se consideraba que existían dos tipos de orgasmo femenino: el provocado por la estimulación del clítoris y el vaginal.

Ya Freud consideraba al primero como orgasmo "infantil", siendo el segundo el verdaderamente "adulto".

De esta forma se suponía que las mujeres podían llegar al orgasmo sin la estimulación del clítoris, reduciendo el acto sexual sólo al coito.

Es sabido que muchas mujeres fingen los orgasmos, adoptando un papel subordinado totalmente al placer masculino. Incluso, aunque parezca increible, hay mujeres que no han tenido un orgasmo en su vida, ya sea por tabúes culturales o por desconocimiento.

Algunos estudios reflejan que tan sólo un 30% de las mujeres refieren tener orgasmos vaginales con la penetración.

La vagina tiene pocas terminaciones nerviosas, precisamente para facilitar los partos, por lo que todo indica que en lugar de esta, lo que se está estimulando es el clítoris interno.

Es decir, en todos los orgasmos está implicado directa o indirectamente el clítoris.

Esto quedó demostrado en el año 2009 cuando se consiguió visualizar toda la estructura de un clítoris erecto mediante una ecografía en tres dimensiones.

Ablación y clitoridectomía


Aunque más adelante dedicaremos un artículo al tema de la mutilación genital, no podemos hablar del clítoris sin hacer mención a esta práctica que provoca graves enfermedades e incluso la muerte así como incapacidad para disfrutar del placer sexual.

La OMS estima que afecta a unos 140 millones de niñas y mujeres en el mundo, y que anualmente 3 millones corren el riesgo de sufrirla.

Las dos formas que persisten en la actualidad son la ablación o "sunna" y la infibulación o "circuncisión faraónica". En esta última no sólo se elimina el clítoris sino también se eliminan otras estructuras y se cosen los labios dejando un pequeño orificio para orinar.

No obstante, este tipo de prácticas también se realiza de forma similar en Occidente, y no me refiero a los casos aislados de inmigrantes, sino a nuestra propia comunidad médica.

Lo que sucede es que en lugar de ablación lo llamamos clitoridectomía, que es más aceptable socialmente.

Esta técnica consiste en la extirpación del clítoris a las niñas que nacen con el clítoris hipertrofiado (personas intersexuadas) para que no se confunda con un pene. Esto provoca dolor e incapacidad de disfrutar del placer sexual y sobre todo niega a la persona el derecho a decidir sobre su identidad de género.


Educación sexual integradora desde Atención Primaria


Es necesaria una educación sexual integradora, en la que se hable de sexo con naturalidad, más alla de la reproducción, la anticoncepción o las enfermedades de transmisión sexual.

Desde la escuela,la casa, los centros de salud, dignifiquemos la sexualidad de las mujeres, rompamos las rígidas normas de género que nos han impedido durante años disfrutar de una sexualidad plena.

Mientras nuestro placer no cuente, jamás alcanzaremos la igualdad.

Para terminar, os dejamos con dos vídeos, el primero es una canción muy divertida  y el segundo es un interesante documental por si queréis ampliar información.





Y un consejo de tu enfermera: 

¡Apaga el televisor y enciende el clítoris!