jueves, 10 de marzo de 2016

Cerca de tí, siempre


Por Elisabeth Gutiérrez y Elena Monteagudo

Marta se dirige al centro de salud como cada mañana para iniciar su jornada laboral. Hoy les toca realizar extracciones a domicilio y va acompañada por su fiel residente de enfermería, pues desde hace 5 años, existe la posibilidad de especializarse en Enfermería Familiar y Comunitaria. Así que se disponen a preparar el maletín con el material necesario y a revisar las direcciones del listado que le preparó la administrativa el día anterior. No tardan en ponerse en marcha, ya que los domicilios están alejados del centro y deben entregar las muestras antes de las 10 de la mañana para que puedan ser enviadas al laboratorio. Juan es el primer paciente de hoy pero no le conocen, pues no pertenece a su cupo. Hablando, descubren que hace poco se quedó viudo y que sus hijos, residentes en Almería, no pueden hacerse cargo de él. Además, su economía no le permite una ayuda privada. A Marta solo le basta un vistazo para corroborar que su situación no es adecuada y que necesita ayuda. Por ello, decide ponerse en contacto con su enfermera Loli, para informarle de la situación y así activar la ayuda por parte de la trabajadora social del centro. 

Una vez finalizadas las extracciones, regresan al centro para abrir la consulta. Desayunan algo rápido mientras llaman por teléfono a un paciente que ha sido dado de alta la tarde anterior en el Hospital Clínico San Carlos. Este se siente muy sorprendido por la llamada pero agradecido de que su enfermera conozca su situación y se interese, ofreciéndole una asistencia continuada. Sin más demora llaman al primer paciente de la lista. Hoy empiezan con una cura, le sigue un control del sintrom, una revisión de un niño de 14 años, repasar la dieta con Ramón, un diabético que se resiste al abandono de los dulces y que su hobby preferido es el zapping televisivo (¡les trae locas!). Más tarde, saben que vendrá Ana, una chica joven con muchas dudas sobre anticonceptivos y que ya ha tenido varios sustos de embarazos previos no deseados. 
Luego toca Joaquín, un hipertenso cumplidor con la adherencia al tratamiento y muy interesado con su problema de salud. Cada tres meses nos trae sus controles de tensión realizados en casa, pues presenta un marcado fenómeno de bata blanca, lo que quiere decir que se pone muy nervioso cuando viene a vernos, con cifras muy altas que no son valorables. Pero hoy, hablando con él, descubrimos que desde hace unas semanas se siente más cansado y ha tenido algún que otro mareo. Revisando su historia, Marta observa que ya le toca el control analítico y un electrocardiograma. Por lo tanto, realiza la petición de la analítica para valorar, entre otros parámetros, la posibilidad de una anemia y aprovechando que es el último de la lista de hoy, se disponen a hacerle el electro. Para su sorpresa, detectan un bloqueo de segundo grado lo cual podría justificar dichos mareos. Ante el hallazgo, Marta habla con Francisco, su médico, para que lo valore detenidamente. 
Parece que Marta lo tiene todo controlado por hoy y pueden marcharse a hacer dos domicilios que tienen pendientes. Deben darse prisa, pues a las 14h tiene que dar una sesión clínica al equipo del centro sobre las actualizaciones en prescripción enfermera (tema que está en boca de todos). 

Llegan al primer domicilio donde se encuentra Margarita, una paciente paliativo que suelen visitar cada dos semanas. Pero ayer recibió la llamada de su hija pidiéndole que por favor, adelantara la visita porque su estado había empeorado. Al llegar, se percatan de que se encuentra en situación de últimos días y su familia yace a su alrededor muy triste. Marta se sienta con ellos en una habitación aparte y les explica que el desenlace está próximo. Por tanto, repasan la información que el Equipo de Soporte de Atención Domiciliaria (ESAD) les ha dado a lo largo de su seguimiento. Además, ofrecen apoyo psicológico y total disponibilidad para ayudar en todo lo que precisen. 
A continuación, les espera Encarnación, como de costumbre con sus exquisitas empanadillas que les prepara siempre que van a visitarla, a pesar de que le han dicho por activa y por pasiva, que no debe comer fritos por su obesidad mórbida. Ésta, sumada a su EPOC, le impide desplazarse al centro. Tras verla y comer rápido un par de empanadillas, regresa al centro donde les esperan todos los compañeros en el aula. Pero qué mala suerte la suya, que cruzando el paso de peatones próximo al centro de salud, vivencian el atropello de una anciana que cruzaba por  el lugar equivocado. Al acercarse a ella, descubren que es Dolores, una paciente conocida que padece Alzheimer en estadio inicial y, tras reconocerla y ver que está consciente y sin lesiones aparentes, avisan al 112 para que acuda una ambulancia y la lleve al hospital más cercano y sea reconocida de forma exhaustiva. 

Todo esto les hace llegar 20 minutos más tarde al centro pero sus compañeros se muestran comprensivos. Tras impartir la sesión, Marta y su residente retornan a la consulta para dejar registrado en las historias clínicas lo realizado en los domicilios.  Recuerdan que mañana les espera una jornada divertida, pues toca dar en uno de los institutos del barrio su famoso taller de sexualidad “Dos rombos”. Con este, los adolescentes del barrio conocen los diferentes tipos de infecciones de transmisión sexual y cómo prevenirlos, métodos anticonceptivos disponibles; en definitiva, hacen que desde edades tempranas la población se involucre y participe poniendo en marcha medidas encaminadas a su autocuidado, pues la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad son herramientas clave en su trabajo. 

Marta es solo un ejemplo de enfermera de Atención Primaria. Como ella, somos muchos los que trabajamos por y para tu salud. Como has podido comprobar, no solo tomamos tensiones, miramos el azúcar o pesamos a nuestra población, sino que formamos parte de un gran equipo en el que cada uno realizamos una labor diferente pero complementaria. Además, debes saber que puedes elegir en tu Centro de salud al profesional que desees. Así pues, si no conoces a tu enfermer@, no dudes en acercarte y pedir una cita.
                   

                                ¡Te estamos esperando!