Desde Que pase el siguiente queremos sumarnos al rechazo rotundo del Real Decreto 954/2015 aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 23 de Octubre y publicado en el BOE el 23 de Diciembre, en el cual se regula la indicación, uso y autorización de la dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, más conocido como Real Decreto de Prescripción Enfermera.
Consideramos que éste supone un insulto y una gran humillación a nuestro colectivo, y un grave retroceso en nuestra autonomía y seguridad jurídica.
Os dejamos con esta carta que ha escrito nuestra compañera Rosa Gómez Honorato, enfermera de Atención Primaria, al Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, en la que se exponen claramente los problemas que se derivan de su aplicación.
¡Derogación del Real Decreto YA!
Estimado Sr. Consejero:
Tras la publicación en el BOE del Real Decreto 954/2015 por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, me planteo si éste podría ser lesivo con:
Enfermeras, ¿No supondría un paso atrás poseer unos estudios de grado y estar supeditadas siempre a la indicación y autorización médica? Nosotros estamos capacitados para emitir diagnósticos, y planificar las intervenciones (NIC), entre las que se encuentra prescribir, para conseguir los resultados esperados (NOC). Por ejemplo: En la retención urinaria, NOC: eliminación urinaria, NIC: Sondaje vesical, eligiendo la DUE el tipo y calibre de sonda (material sanitario) , o Diagnóstico enfermero: alteración de la integridad cutánea, NOC: curación de las heridas por 1ª o 2ª intención, NIC: cuidados de las heridas, utilizando las cremas, pomadas, soluciones o apósitos que consideremos adecuados. Estos cuidados de enfermería los estamos realizando, sin riesgo para la seguridad del paciente. Y, debemos reconocerlo, los médicos no tienen la formación específica, ni nuestra experiencia. Así podemos seguir nombrando ejemplos, pero esos dos son muy significativos.
Usuarios, ¿No podría desconcertarlos y crearles confusión respecto al rol de la enfermera (a la que “rebaja” consecuentemente de categoría profesional) y provocarles molestias y duplicidades de citas que no van a entender?
Médicos, ¿No les obligará a asumir actividades del proceso asistencial que ya no consideran suyas, suponiendo un aumento de la burocracia y reduciendo,aún más, su tiempo de dedicación al paciente?
Las relaciones intraequipo, ¿No fomentaría suspicacias, malentendidos y pondría en peligro las relaciones de colaboración ya establecidas?
El presente RD supone una disminución de la calidad asistencial (las enfermeras son los profesionales mejor preparados y con más experiencia en el uso e indicación de determinados medicamentos y productos sanitarios), de la seguridad (por lo ya dicho, porque al aumentar los pasos y actores del proceso, aumenta el riesgo de errores, porque no está bien definido ni difundido el catálogo de productos, porque no existen vías clínicas, guías clínicas, ni procesos, ni procedimientos que eviten la variabilidad en los tratamientos).
Posiblemente sea también menos eficiente, ya que está demostrado mayor coste-eficacia en los tratamientos y cuidados de las UCC cuando se utilizan los apósitos indicados por la gerencia de AP que cuando se prescriben mediante receta.
En el escenario en el que vamos a encontrar más problemas es en los domicilios , donde hemos de tomar decisiones rápidas y efectivas (ej. sondar en casos de globo vesical, adecuación de las pautas de tratamiento al análisis de la situación sanitaria, etc). ¿Habría queesperar la llegada de un médico al domicilio, aún cuando este tiempo añadido puede empeorar el estado del paciente?
Es necesario que los servicios jurídicos de la consejería valoren todas las consecuencias, tanto para el usuario, como para los profesionales implicados en el proceso, e informen al consejero y éste nos dé instrucciones para la actuación diaria que no impliquen inseguridad jurídica.
Además, espero que impugnen el RD a la mayor brevedad posible, como están realizando otras autonomías.
Hoy por hoy, la relación entre las emociones y la salud es indiscutible. Mientras que las emociones positivas pueden ayudar a facilitar la recuperación de determinadas enfermedades tanto físicas como mentales, las negativas, como la ansiedad, el estrés, la tristeza etc... pueden desencadenar otras tantas, como es el caso del llamado síndrome del "corazón roto"o miocardiopatía por estrés, en la cual se produce un debilitamiento grave de las paredes de éste que puede provocar un fallo cardiaco con los mismos síntomas que un infarto de miocardio, pero por lo general con consecuencias menos graves.
La frase «se me ha roto el corazón» no es tan solo un desvarío romántico. Una ruptura, la muerte de un familiar o un disgusto grave pueden ponernos al borde de un ataque cardiaco. Por suerte,por lo general, de carácter leve.
El síndrome de Tako-Tsubo: síndrome del "corazón roto"
El síndrome de disfunción apical transitoria o miocardiopatía por estrés tipo Tako-Tsubo es una patología aún poco conocida y aún existen muchas incógnitas al respecto.
Fue descrita por primera vez en los años 90 en Japón. Se le denominó Tako-Tsubo porque así se llama una vasija, abombada y con el cuello estrecho, usada tradicionalmente entre los pescadores nipones para atrapar pulpos, a la que se parece la forma que adopta el corazón en los pacientes que sufren este síndrome.
La enfermedad se caracteriza por cursar de forma parecida a un infarto de miocardio, con una debilidad cardiaca transitoria, en la cual la parte del corazón afectada (el ventrículo izquierdo) adquiere una forma similar a la de la vasija. Se produce en personas sin estrechamiento de las arterias coronarias y su pronóstico es generalmente benigno, con una mortalidad intrahospitalaria inferior al 5 por ciento, pero pueden producirse complicaciones graves en uno de cada cinco casos. Sin embargo, casi todos los enfermos se recuperan completamente de la debilidad cardíaca tras unas semanas.
En el 90 por ciento de los casos, esta enfermedad viene provocada por un estrés muy fuerte y súbito. Algunos estudios muestran que ese estrés intenso produce la liberación repentina de grandes dosis de catecolaminas, unas sustancias similares a la adrenalina que, a dosis muy altas, tienen un efecto tóxico sobre el corazón.
La adrenalina y otras catecolaminas son sustancias que producen respuestas en nuestro cuerpo cuya función es permitirnos escapar a los depredadores como la dilatación de las pupilas, el aumento de la frecuencia respiratoria, el estrechamiento de los vasos periféricos, la sudoración o el aumento de la presión arterial. En el corazón, esto se traduce en un aumento de la frecuencia cardiaca y en una contracción del corazón más fuerte de lo habitual provocando un daño generalmente reversible en el músculo cardiaco.
Síntomas
Desde que se describió la miocardiopatía por estrés se está viendo que no es una enfermedad tan rara como se creía inicialmente. Se calcula que en torno al 2 por ciento de los pacientes que presentan un ataque al corazón padece esta patología. Aunque no suelen presentarse secuelas, en hasta uno de cada diez enfermos se producen recidivas, generalmente por nuevos episodios de estrés, sobre todo si son muy fuertes y bruscos.
El síntoma más habitual es un dolor torácico similar al que presentan los pacientes con infarto:
Dolor de pecho
Dificultad para respirar
Dolor de brazo,
Sudoración
aunque también puede debutar con otras molestias como la pérdida de conocimiento y, en casos extremos, la parada cardiaca.
Diagnóstico adecuado
Como los pacientes que sufren un Tako-Tsubo padecen unos síntomas similares a los del infarto de miocardio y, además, las alteraciones que se producen en el electrocardiograma y en la ecografía de corazón son parecidas a las de los pacientes con infartos agudos de miocardio, con frecuencia se puede producir un diagnóstico inicial equivocado.
La discinesia apical transitoria ha pasado de ser una curiosidad a ser una patología cada vez más diagnosticada. En una revisión publicada recientemente en The American Journal of Cardiology, donde se analizaron los resultados de 4.551 pacientes que habían sido sometidos a un cateterismo, se estimó una prevalencia del 0,7%. Los autores del estudio, subrayan que la incidencia de la enfermedad parece mayor a la esperada, enfatizando en la necesidad de estar alerta ante esta nueva enfermedad, a fin de poder diagnosticarla correctamente.
La clave para un diagnóstico correcto suele ser el antecedente de un fuerte y repentino estrés y la ausencia, por lo general, de los factores de riesgo cardiovascular clásicos: tabaquismo, hipertensión arterial, hiperlipemia y diabetes.
Para diagnosticar el síndrome de corazón roto se suele realizar una angiografía. Esta proporciona imágenes de los principales vasos sanguíneos que irrigan el corazón. Durante un ataque al corazón, una o más arterias han sido bloqueadas. En cambio, durante el síndrome de corazón roto los vasos sanguíneos permanecen estables.
Así mismo, también se lleva a cabo un ecocardiograma. El ecocardiograma es una prueba diagnóstica que ofrece una imagen en movimiento del corazón. Mediante ultrasonidos, aporta información acerca de la forma, el tamaño y la fuerza del corazón, el movimiento y grosor de sus paredes y el funcionamiento de sus válvulas.
Tratamiento
Respecto al tratamiento, al ser una patología recientemente descrita, no existe mucha información de su utilidad y eficacia. Lo que más se utiliza son fármacos que bloquean la acción de la adrenalina y de otras sustancias similares, los betabloqueantes. En cualquier caso, el curso de la enfermedad suele ser benigno, con una recuperación rápida y completa en la mayoría de los pacientes.
Y una vez producida esta recuperación completa no es necesario tomar ningún tratamiento farmacológico y lo único que se recomienda es que los pacientes intenten evitar, en la medida de lo posible, situaciones de gran estrés súbito en el futuro. Pero, por desgracia, es fácil decirlo pero no suele ser algo que podamos controlar siempre.
Mujer y corazón
Una revisión publicada este año en European Heart Journal, en la que se recogen los datos de 14 estudios, aporta importante información sobre esta nueva patología. La incidencia es aproximadamente del 2% de todos los infartos y la mayoría de los casos están descritos en mujeres postmenopaúsicas.
El paciente prototípio sería una mujer posmenopáusica de entre 60 y 75 años, con pocos o ningún factor de riesgo cardiovascular (es decir, no fumadora, con colesterol, tensión y azúcar normales) y que sufre un episodio de gran estrés (psíquico o físico). Los problemas psicológicos más frecuentemente asociados a este cuadro son la muerte de un familiar, el diagnóstico de una enfermedad grave, los cada vez más frecuentes problemas económicos , el miedo, la ira, los conflictos en las relaciones con familiares o amigos etc... Los fatores físicos incluyen enfermedades agudas como el ictus, los ataques de asma y tratamientos como las cirugías o la quimioterapia. Aunque se ha investigado mucho sobre el tema, se desconoce por qué es tan frecuente entre las mujeres, aunque algunos estudios apuntan a la ausencia de protección de los estrógenos.
¿Cómo sanar un corazón roto?
Una de las formas que resultan más adecuadas en la mayoría de los casos para evitar llegar a situaciones tan extremas que pongan en peligro incluso nuestra vida es exteriorizar el dolor, buscar ayuda,cuidarse, evitar las relaciones tóxicas, aprender a cerrar la puerta y seguir caminando, el dolor se irá suavizando con el tiempo y llegaremos a superar la situación de duelo.
Apoyarse en la gente que nos quiere y pensar que todo acabará pasando.
En la siguiente página del ministerio de sanidad podéis encontrar diversos test de autoevaluación sobre estrés, ansiedad, tristeza etc muy interesantes así como pautas y consejos sobre cómo actuar para conseguir un mayor bienestar emocional: http://www.bemocion.msssi.gob.es/
No lo dudes, busca ayuda. Tu enfermera te puede ayudar, aunque a lo mejor...
Como madre de tres hijos, he tenido la suerte de poder amamantarles y de experimentar en primera persona el placer de darles lo mejor de mí, pero también (sobre todo con los dos primeros) las dudas y la angustia de no estar haciéndolo bien, a pesar de ser enfermera y haberme formado en el tema.
¿Se quedará con hambre? ¿Tendré suficiente leche? ¿Necesita biberón de apoyo?... Estas y otras preguntas similares se las han planteado alguna vez casi todas las mujeres que han dado el pecho . En la mayoría de las ocasiones sin encontrar soluciones adecuadas, lo que provocaba el abandono prematuro de la lactancia natural y la consecuente sensación de fracaso.
Con mi hijo pequeño, fue totalmente diferente. Los tiempos habían cambiado (nació 15 años después) y se había avanzado mucho en el estudio del mecanismo de la lactancia.
Las investigaciones ratificaban claramente las propiedades excepcionales de la leche materna y la importancia de la lactancia a demanda, sin horarios rígidos, en las que el propio bebé gestiona la producción de leche.
Conocer el proceso adecuadamente hizo que se esfumaran las dudas y que verdaderamente pudiera disfrutar de la lactancia con tranquilidad.
Mientras que a los primeros les dí el pecho tan sólo tres meses, al menor le dí casi 15 meses, hasta que él quiso, compaginando lactancia y trabajo gracias a los sacaleches y a llenar el congelador con bolsas y bolsas de mi leche congelada para los momentos en los que no estaba con él.
La lactancia es una etapa fisiológica más de la mujer y como en las otras, los profesionales sanitarios debemos poseer los conocimientos adecuados y convenientemente actualizados al respecto.
Aunque existen profesionales especializados en la materia (matronas, enfermeras de pediatría, pediatras…),la mujer que lacta puede visitar nuestras consultas de enfermería por otros motivos en los que el hecho de lactar pueda interferir en las medidas a adoptar (medicamentos, enfermedades…) o simplemente para plantearnos alguna duda sobre la lactancia a la que debemos saber dar respuesta.
Es muy importante que se dé un mensaje único, porque diversas informaciones contradictorias pueden ocasionar el fracaso de la lactancia en una madre que ha elegido este método para alimentar a su hijo.
La decisión acerca de amamantar o no corresponde exclusivamente a la mujer, y debe ser apoyada. Pero también es vital contar con personal sanitario bien formado, porque los problemas de lactancia se pueden resolver si se cuenta con la información adecuada.
No se debe presionar a la mujer para que dé de mamar,pero sí hay que darle una información correcta y adecuada sobre los beneficios de la lactancia materna, que son indiscutibles.
Las maravillas del "oro blanco"
Actualmente se reconoce que no hay ninguna fórmula comercial que pueda igualar a la leche materna.
Además de las cantidades apropiadas de carbohidratos, proteínas y grasas, la leche materna también proporciona vitaminas, minerales, enzimas digestivas y hormonas, es decir, todos los nutrientes que un bebé en desarrollo requiere.
La leche materna también contiene anticuerpos de la madre ( inmunoglobulinas) que pueden ayudar al bebé a evitar infecciones. Sólo en el caso de que una mujer sea incapaz de amamantar a su niño por hipogalactia (la verdadera hipogalactia únicamente ocurre en aproximadamente un 2% de las mujeres) u otra razón médica grave (algunas enfermedades contagiosas como el SIDA o algunos tipos de hepatitis, el consumo de estupefacientes, alcohol o medicamentos verdaderamente incompatibles) se le debería recomendar el uso de un sustituto artificial, puesto que la leche de vaca u otro animal puede ocasionar graves alergias en niños menores de un año.
La leche materna es de gran complejidad biológica. Además de proteger activamente
es inmunomoduladora, es decir, no sólo transfiere una protección contra infecciones y alergias
específicas, sino que también estimula el desarrollo del propio sistema inmune del lactante.
Contiene además muchos componentes antiinflamatorios cuyo mecanismo de acción aún no se
conoce.
Si añadimos a todo esto que se mantiene a la temperatura ideal,en condiciones de esterilidad , sin necesidad de preparación y es muy económica se convierte en el alimento ideal para el bebé.
La OMS recomienda la lactancia natural exclusiva durante los 6 primeros meses y combinada con otros alimentos hasta los 2 años. De ahí en adelante hasta que la madre y el niño quieran.
La cultura y la lactancia materna
La lactancia materna es un hecho biológico sujeto a modificaciones por influencias sociales, económicas y culturales, que ha permanecido como referente para los bebés humanos desde los orígenes de la humanidad hasta finales del siglo XIX, tanto si se trata de leche de la propia madre o leche de otra madre a cambio o no de algún tipo de compensación.
Según la OMS y el UNICEF, a partir de los dos primeros años la lactancia materna debería mantenerse hasta que el niño o la madre decidan, sin que exista ningún límite de tiempo. No se sabe cual es la duración "normal" de la lactancia materna en la especie humana. En nuestra cultura se tiende a considerar la lactancia materna como algo propio únicamente de bebés de pocas semanas o meses. Sin embargo, también se han descrito casos en los que se ha mantenido la lactancia durante varios años. Los estudios antropológicos publicados concluyen que la franja natural de lactancia en bebés humanos se encuentra situada entre los dos años y medio y los siete.
A principios del siglo XX se inicia lo que ha sido considerado como "el mayor experimento a gran escala en una especie animal": a la especie humana se le cambia su forma de alimentación inicial y los niños pasan a ser alimentados con leche modificada de una especie distinta.
La frecuencia y duración de la lactancia materna disminuyeron rápidamente a lo largo del siglo XX.
En 1955 se había creado en las Naciones Unidas el GAP (Grupo Asesor en Proteínas), para ayudar a la OMS a ofrecer consejo técnico a UNICEF y FAO en sus programas de ayuda nutricional y asesoría sobre la seguridad y la adecuación del consumo humano de nuevos alimentos proteicos. En los años setenta el GAP emite informes donde advierte la preocupación por el problema de la malnutrición infantil derivada del abandono de la lactancia materna e invita a la industria a cambiar sus prácticas de publicidad de productos para la alimentación infantil.
En un antiguo orfanato de Florencia (Ospedalle degli Innocenti, 1990) se celebra una Cumbre mundial con el lema “La lactancia materna en el decenio de 1990: una iniciativa a nivel mundial” a la que asisten representantes de 30 países que respaldan la Convención sobre los derechos de la infancia y firman una declaración de compromiso: Declaración de Innocenti15 que servirá de referencia para la promoción de la lactancia materna durante muchos años, siendo revisada posteriormente en el 2005.
Consecuencia directa de esta Declaración fue la creación, en 1991, por un lado de WABA – World Alliance of Breastfeeding Action, red internacional de personas y organismos que trabajan en colaboración con OMS/UNICEF con la misión, entre otras, de organizar anualmente la Semana mundial de la lactancia materna, y por otro la IHAN - Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la lactancia(inicialmente llamada Iniciativa Hospital Amigo del Niño), que busca evaluar la calidad asistencial a madres e hijos en hospitales y maternidades. http://www.ihan.es/
El abandono del amamantamiento, como forma habitual de alimentación de los lactantes, es un problema con importantes implicaciones personales, sociales y sanitarias. Su relevancia ha sido destacada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en diferentes declaraciones. Una dificultad añadida es que no existen registros ni indicadores comparativos sobre lactancia materna, por lo que resulta difícil establecer cual es la magnitud real del problema.
La Encuesta Nacional de Salud 2006, nos dice que en España la lactancia materna exclusiva
es de: -68,4% al inicio -52,4% 3 meses
-24,27% 6 meses
Aunque los datos nos dicen que estas cifras van en aumento, todavía queda mucho por hacer, especialmente en aspectos como la visibilización y el fomento de medidas que apoyen la conciliación laboral, de manera que las mujeres que lo deseen puedan continuar dando el pecho hasta que quieran.
¡Porque dar el pecho no tiene horario ni lugar!
Anatomía de la mama: el tamaño no importa
El tamaño de la mama no guarda relación con la secreción de leche,la mayor parte es grasa.
La mama contiene de 15 a 20 lóbulos mamarios,cada uno de los cuales desemboca en un conducto galactóforo independiente.Bajo la areola,los conductos se ensanchan formando los senos lactíferos,donde se deposita la leche durante la mamada.
Los lóbulos se dividen en lobulillos y estos se van ramificando hasta terminar en los alvéolos,donde se encuentran las células alveolares formadoras de leche.Los alvéolos están rodeados de una malla mioepitelial,que comprime a estos por el efecto de la oxitocina y hace que salga la leche por los conductos galactóforos.
Casi todas las mujeres pueden dar el pecho.Son pocos los casos de agalactia
Hormonas de la lactancia
La prolactina
Hace que la glándula mamaria fabrique leche. Cuanta más prolactina, más leche.
Ya durante el embarazo el nivel de prolactina era alto.
Cada vez que el niño mama se produce un pico mucho más alto, que tarda unas horas en bajar.
Si el bebé tiene mucha hambre y mama mucho, se produce mucha prolactina y más leche.
Si tiene poca hambre o no se le da de comer siempre que lo pide, mama poco y se produce menos leche. Cuando hay gemelos o trillizos, como maman el doble (o el triple), se produce el doble o el triple de leche.
Al cabo de unos meses de lactancia, la cantidad de prolactina disminuye.
Y al cabo de unos meses más, vuelven los ciclos menstruales, y con ellos los estrógenos y gestágenos que impiden a la prolactina actuar. Sin embargo, sigue saliendo leche, y cada vez más.
Aún no se sabe muy bien cómo funciona; parece que con el tiempo el FIL tiene un papel mayor y la prolactina pierde importancia.
La oxitocina
Es la misma que provoca las contracciones en el parto.
Hay fibras musculares involuntarias que rodean a las células secretoras y al contraerse, "exprimen" la leche.
Muchas mujeres notan, al comienzo de cada toma, esa contracción, el "golpe de leche".
Muchas veces, mientras el bebé mama de un lado, el otro pecho gotea.
Al cabo de unas semanas de lactancia, la mayor parte de las mujeres dejan de notar esa "crecida". El pecho aparentemente no se hincha ni se deshincha, no gotea, está siempre blando... pero hay más leche que antes.
El FIL (factor inhibidor de la lactancia)
Es una proteína que está siempre presente en la leche.
Cuando el niño mama mucho, al sacar la leche saca también el inhibidor, y en las próximas horas la leche se fabricará a toda velocidad.
Si el niño mama poco, el inhibidor se queda dentro, y el pecho fabrica muy poca leche.
Si el bebé solo toma un pecho (lo que es normal, tan normal como tomar los dos), para la siguiente toma estarán los dos casi igual de llenos, porque el pecho lleno estaba inhibido, mientras que el pecho vacío ha fabricado leche.
Así se regula, de una toma para otra, y en cada pecho por separado, la producción de leche para ajustarse a las necesidades de cada bebé.
¿Cómo funciona esta maravilla?
El estímulo nervioso del pezón y la areola por la succión produce mediante un reflejo neuroendocrino,la liberación en la hipófisis de la prolactina y la oxitocina.
La prolactina se libera en la hipófisis anterior y es la que activa la producción de leche en los alveolos mamarios.
Los niveles de esta se mantienen muy elevados en las últimas semanas de gestación,pero no se produce leche debido al efecto inhibidor de los niveles de estrógenos y progesterona.Es en el momento de la expulsión de la placenta cuando disminuyen los niveles de estos y la prolactina puede ejercer su actividad lactogénica.
Oxitocina: Se libera en la hipófisis posterior y actúa sobre la célula mioepitelial que rodea al alveolo mamario, comprimiéndola y creando una presión positiva que hará que la leche sea expulsada hacia los conductos y los senos galactóforos y de ahí al bebé por efecto de la succión de este.
Postura y Succión
Existen muchas posturas para dar el pecho. La madre elegirá aquella que le resulte más cómoda a ella y a su bebé.
Sea cual sea la postura y posición elegida hay que verificar que el bebé está succionando correctamente.
Para ello habrá que comprobar que
Su boca esté bien abierta abarcando toda la areola
Los labios estén evertidos
La lengua debajo del pezón
La nariz y la barbilla tocando el pecho ( no te preocupes, no se asfixia, ya que los bebés pueden respirar y tragar a la vez)
Se puede sujetar el pecho entre el pulgar y el índice formando una C (como si fuera un sandwich).
No hacer pinza con 2º y 3er dedo por riesgo de obstrucción y mayor facilidad para que salgan grietas en el pezón.
Se puede oir al bebé deglutir. Ha de mover la mandíbula y la oreja.
Frecuencia y duración de la toma: Lactancia "a demanda"
A demanda significa cuando el niño quiera.No se trata de mantener un horario "flexible", sino de no mirar el reloj Y ofrecerle el pecho cada vez que el bebé busque o llore.Así se establecerá un buen suministro de leche..
El pecho no se puede dar con horarios (como se decía antes)
, ya que esto impide que el bebé regule la cantidad de leche que toma y la composición de la misma.
Hay que confiar en la capacidad del niño para regular la cantidad de leche y el tiempo que necesita para comer.
Sólo se recomienda controlar horarios en situaciones especiales como prematuros, bebés muy somnolientos, enfermos...
Se ofrece un pecho y que mame de este todo lo que quiera hasta que lo suelte. Es entonces cuando se le ofrece el otro (nada de 10 minutos en cada uno).
De esta forma nos aseguramos de que tome la leche rica en grasa del final.
Las diez claves para una lactancia feliz
1.Amamanta pronto, cuanto antes, mejor. La mayoría de los bebés están dispuestos a mamar durante la primera hora después del parto, cuando el instinto de succión es muy intenso. Amamantar precozmente facilita la correcta colocación al pecho.
2.Ofrece el pecho a menudo día y noche. Hazte a la idea de que pasarás mucho tiempo amamantando a tu bebé durante estas primeras semanas. Un recién nacido normalmente mama entre 8 y 12 veces en 24 horas. No mires el reloj y dale el pecho cada vez que busque o llore, sin esperar a que "le toque". Así establecerás un buen suministro de leche.
3.Asegúrate de que el bebé succiona eficazmente y en la postura correcta.
4.Permite que el bebé mame del primer pecho todo lo que desee, hasta que lo suelte. Después ofrécele el otro. Unas veces lo querrá, otras no. Así el bebé tomará la leche que se produce al final de la toma, rica en grasa y calorías, y se sentirá satisfecho.
5.Cuanto más mama el bebé, más leche produce la madre. Es importante respetar el equilibrio natural y dejar que el bebé marque las pautas, mamando a demanda. No es necesario sentir el pecho lleno; la leche se produce principalmente durante la toma gracias a la succión del bebé.
6.Evita los biberones "de ayuda" y de suero glucosado. La leche artificial y el suero llenan al bebé y minan su interés por mamar, entonces el bebé succiona menos y la madre produce menos leche.
7.Evita el chupete, al menos durante las primeras semanas, hasta que la lactancia esté bien establecida. Un recién nacido ha de aprender bien cómo mamar del pecho, y tetinas artificiales como el biberón o el chupete pueden dificultar este aprendizaje.
8.Recuerda que un bebé también mama por razones diferentes al hambre, como por necesidad de succión o de consuelo. Ofrecerle el pecho es la forma más rápida de calmar a tu bebé.
9.Cuídate. Necesitas encontrar momentos de descanso y centrar tu atención más en el bebé que en otras tareas. Solicita ayuda de los tuyos.
10.Busca apoyo. Tu grupo local de La Liga de la Leche tiene la información y el apoyo que toda madre lactante necesita.
Para finalizar os recomiendo tres cosas: 1.- El libro "Un regalo para toda la vida" del pediatra Carlos González. 2.- El famoso vídeo noruego "El pecho no tiene horario".
3.- Y que ante cualquier duda, ya sabes... ¡ consultes a tu enfermera!