jueves, 12 de junio de 2014

Gafas de sol, ¿son adecuadas para los niños?


Por Ángel Palacios Álvarez

Con la llegada del verano aumentan las consultas sobre protección solar que recibe la enfermera de Atención Primaria. Y una de las preguntas que últimamente más se repite tiene que ver con el uso de las gafas de sol en los más pequeños. ¿Debemos poner gafas de sol a los niños? ¿A partir de que edad? ¿Qué gafas de sol son las más apropiadas? En este post vamos a intentar responder estas dudas a la vez que repasamos la necesidad de proteger nuestra vista de los rayos del sol.


Cómo dañan a nuestros ojos los rayos del sol


Del mismo modo que protegemos nuestra piel con cremas protectoras (y ropa), debemos proteger nuestros ojos de la exposición prolongada a los rayos del sol, utilizando gafas de sol adecuadas o viseras. Esta protección ocular debe utilizarse durante todo el año, no solo en verano, ya que nuestros ojos están expuestos a los rayos ultravioleta tanto en un día soleado de verano como en uno nublado de invierno.

La incidencia de los rayos solares, especialmente los rayos UVA y UVB, sobre los ojos de manera prolongada puede dañar los tejidos de la superficie del ojo, la cornea y el cristalino, produciendo conjuntivitis, ceguera transitoria, queratitis, degeneración macular, retinopatía solar, cataratas, e incluso tumores oculares (algunas de estas patologías se presentan en el momento de la exposición y otras a largo
plazo). Por esto es importante evitar la exposición directa a los rayos solares durante largos periodos de tiempo (largos paseos al mediodía, días de playa, excursiones por la montaña, etc).



¿Deben usar gafas de sol los niños?


Existe una gran controversia sobre este tema ya que mientras que muchos profesionales de la salud (entre ellos el Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas de España) opinan que los niños deben utilizar gafas de sol de máxima protección UV para evitar enfermedades oculares en la edad adulta, existen varios estudios que no aconsejan su utilización debido a que su uso continuado podría modificar la adaptación del ojo a los cambios de luz y alterar su morfología en las etapas más importantes del crecimiento. 

En lo que sí existe consenso es en que es fundamental proteger los ojos de los niños de la radiación solar. Ciertas partes del ojo, entre ellas el cristalino, no se desarrollan completamente hasta que se llega a la adolescencia. Por ello, los ojos de los niños reciben mayor cantidad de rayos ultravioleta que los de los adultos, que filtran gran parte de la radiación a través de la lente natural del ojo (el cristalino). Así, el niño recibe más radiación UV cuanto más pequeño es. 

Los oftalmólogos españoles recomiendan que los niños utilicen gafas de sol homologadas de máxima protección UV desde su primera exposición solar, gafas de sol que se deben adquirir únicamente en establecimientos especializados.


Nunca pongas gafas de sol de juguete a un niño (ni a un adulto)


A veces llegan a nuestras manos gafas de sol sin protección ultravioleta o de juguete que pueden ser muy atractivas pero que resultan ser un grave peligro para los ojos de nuestros hijos. Estas gafas tienen un cristal (o plástico) que no bloquea la radiación solar y que obliga a la pupila a dilatarse ya que el ojo necesita más luz pues el cristal está oscurecido. Al estar la pupila más abierta y no tener el cristal ninguna protección UV penetran muchos más rayos solares dañinos dentro del ojo y los daños que pueden producir son muchos mayores que si el niño no llevara gafas. Además, los niños con estas gafas inadecuadas podrían mirar al sol directamente ya que no sienten la molestia normal de mirarlo sin gafas que obliga a retira la mirada. 

Esta misma recomendación sobre el no uso de gafas sin filtro ultravioleta que hacemos para los niños es aplicable a los adultos por los mismos motivos.


Consejos para el cuidado de los ojos ante la exposición solar


Por último, desde tu consulta de enfermería de Atención Primaria te ofrecemos unas breves recomendaciones para que cuides mejor tus ojos ante la exposición solar:
  • Proteger los ojos de los rayos solares igual que se protege la piel
  • Utilizar siempre gafas homologadas para la exposición solar, que protejan de los rayos ultravioletas, que sean cómodas y que no alteren los colores
  • Los niños deben utilizar gafas de sol con un factor de protección UV máximo (índice de protección 3)
  • Nunca utilizar gafas de sol de juguete o sin una certificación de protección UV
  • Unas buenas gafas de sol, además de proteger de los rayos del sol, impiden que entren objetos extraños en los ojos (en los días de viento por ejemplo) o partículas de polvo y contaminación, así como evitan que los ojos se resequen excesivamente
  • Si no se dispone de gafas de sol, cubrir los ojos con una gorra con visera o un gorro
  • Evitar largas exposiciones al sol, sobretodo el lugares donde dónde exista alta reflectancia solar, como la playa o la nieve
  • No leer libros ni revistas directamente bajo el sol ya que sus páginas pueden producir un efecto espejo y dañar el ojo
  • Evitar que los niños se expongan al sol entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde ya que en éstas horas recibimos la mayor parte de la radiación ultravioleta diaria
  • Los niños, siempre que sea posible, deben permanecer en la sombra
  • El reflejo doloroso de los ojos tarda unas horas en aparecer por lo que cuando el dolor ocular aparece puede que el daño ya se haya producido
  • La exposición directa a los rayos solares se debe evitar en los bebés

Y recuerde que su enfermera es quien mejor podrá aconsejarle sobre cómo proteger a su familia del sol!



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