miércoles, 24 de septiembre de 2014

Recordando al que no recuerda


Por Olga Alvarez Montes

Seis de la tarde. Hora de la visita. La residencia está llena de gente. Sillas de ruedas por todas partes orientadas hacia la gran pantalla de televisión que hay en el salón principal. Familiares paseando con sus ancianos. Trabajadores moviéndose sin parar de un sitio a otro.

Subo a la primera planta. Tecleo el código de seguridad. La puerta se abre. Saludo a los empleados mientras te busco entre la gente. Ahí estás. Sola, como siempre. Sentada en un sillón con las piernas cruzadas, la mirada perdida y esa elegancia innata que te caracteriza.

Avanzo hacia ti, los demás ancianos me miran y me dicen cosas ininteligibles. Algunos gritan, otros repiten la misma palabra incesantemente, otros se desplazan como sonámbulos sin saber a dónde se dirigen. Por fin llego a donde tú estás. Me acerco a tu cara: ”¡Hola guapa!, ¿nos vamos?” -te pregunto-. Fijas tus ojos inexpresivos en los míos. No sabes quién soy pero algo te dice que debo ser de fiar y decides aceptar mi invitación.

Salimos al jardín. Damos largos paseos. No hay quien te pare, no quieres parar. Menos mal que conserva la movilidad -pienso-, muchos no tienen esa suerte.

Te canto canciones que sé que te gustaban. Te hablo de tu abuelo, al que querías como a un padre y te recito su poema. Me lo sé de memoria de oírtelo tantas veces.

No dices nada, de vez en cuando alguna palabra inconexa. Hace mucho que ya no eres capaz de elaborar ni siquiera una frase.

De repente, sin venir a cuento, coges mi brazo y comienzas a darme besos. No sé qué me quieres decir, ni siquiera sé si me quieres decir algo, pero me gusta. Será verdad que se preservan las emociones básicas hasta en las fases más avanzadas -pienso- y que es importante mantener la afectividad hasta el último momento.

“¿Tienes hambre?” -te pregunto-. ”¡Vamos a cenar, cariño!”. Obediente, te dejas guiar y volvemos hacia la sala. Marco de nuevo el dichoso código de seguridad. Es importante asegurarse de que la puerta quede bien cerrada para que ningún anciano se “escape” y se pierda. Entramos en el comedor y te siento en tu sitio.

“¡Adiós, bonita!, ¡Hasta otro día!”. Te beso y te acaricio el pelo. Pero tú ya no estás aquí. Ya te has vuelto a ir a ese lugar misterioso en el que llevas inmersa tantos años. Me voy y ni siquiera te das cuenta. La enfermera te da la medicación y tú, sumisa, te la tomas sin rechistar.

21 de Septiembre: Día Mundial del Alzheimer


Para los que, como en mi caso, no sólo hemos entrado en contacto con esta enfermedad a través de nuestros pacientes, sino que la hemos vivido en nuestra propia familia, nos es mucho más fácil comprender lo cruel que ésta resulta y cómo afecta no sólo al enfermo, sino al conjunto de los procesos familiares.

Pasar por esta experiencia hace que entiendas perfectamente el miedo y la angustia del paciente ante la pérdida progresiva de la conexión con el entorno y esa sensación tan común de encontrarse al borde de un precipicio del que no se puede retroceder.

También hace que comprendas mucho mejor el impacto que supone para la familia tanto el diagnóstico y las primeras etapas de la enfermedad, que en mi opinión son las más difíciles y estresantes, como las etapas más avanzadas, en las que el enfermo acaba convirtiéndose en alguien completamente dependiente y desconectado de la realidad.

En la actualidad existen 44 millones de personas en el mundo que sufren este trastorno y se prevé que en el 2050 la cifra alcance los 135 millones, convirtiéndose en la enfermedad más importante del siglo XXI. En nuestro país lo padecen unos 800.000 individuos.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, irreversible, que afecta al cerebro, y cuyo origen es todavía desconocido. Provoca un deterioro cognitivo, conductual y funcional progresivo que lleva a la persona que lo padece a una dependencia total durante las 24 horas del día. Se trata de la primera causa de demencia en los mayores de 65 años, aunque también existen casos en edades más tempranas. Al contrario de lo que se cree, los estudios indican que la herencia no es muy significativa y que sólo afecta a un 2% de los casos.

Diagnóstico y tratamiento


El diagnóstico es fundamentalmente clínico y por descarte de otras demencias. El definitivo se obtiene mediante autopsia cerebral postmorten, ya que la presencia de cambios fisiológicos en el cerebro, como atrofia cerebral, pérdida de neuronas y depósitos de proteínas anormales fuera (proteínas beta-amiloides) y dentro (proteínas tau) de las neuronas sólo se pueden ver al microscopio.

En la actualidad no existe cura para el Alzheimer, aunque se está avanzando mucho en este campo. El tratamiento es  fundamentalmente sintomático y su objetivo es mantener una calidad de vida lo más aceptable posible.

Existen medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas y a manejar la agitación, la depresión, las alucinaciones, etc., a medida que la enfermedad va progresando.

Los más utilizados son los llamados “inhibidores de la colinesterasa” como el Donepezil y la Rivastigmina y otros como la Memantina que se utiliza en fases moderadas y severas.

El pronóstico de esta enfermedad es variable según cada individuo. Lo más frecuente es que el paciente suela vivir alrededor de unos 10 años desde el diagnóstico, pero hay individuos que pueden vivir hasta 20 años dependiendo de diversos factores. La muerte por lo general ocurre por infecciones o insuficiencia orgánica.

¿Tengo Alzheimer?


Los  pequeños despistes y faltas de concentración son algo normal y habitual conforme vamos haciéndonos mayores, pero esto no significa que tengamos este tipo de demencia.

Cuando estos despistes van aumentando cada vez más y se producen alteraciones de la conducta, es cuando podemos sospechar que algo raro está pasando.

Suelen ser los familiares y personas del entorno los que empiezan a notar conductas extrañas y pérdidas de memoria más frecuentes de lo habitual.

En muchos casos, son los propios profesionales de la salud los que pueden sospechar de la existencia de signos de alarma y ponerse en contacto con la familia.

Pinchando en el siguiente enlace podéis ver las 10 señales de alarma más frecuentes del Alzheimer: Las 10 señales.

¿Se puede prevenir?


Los estudios más recientes parecen confirmar que hábitos de vida saludables y tener la mente activa disminuyen la aparición de las demencias.

En las consultas de enfermería de familia, dentro de lo que llamamos el programa del mayor, se realizan valoraciones cognitivas tanto de manera  preventiva como cuando existe una sospecha clara de deterioro cognitivo.


Utilizamos para ello test validados internacionalmente como el Test de Lobo o Minimental, el test del reloj, o el test de Isaac en casos de dificultades para leer o escribir.

Una enfermedad de la familia


La dependencia absoluta de estos pacientes hace que suponga una importante sobrecarga física y emocional para los cuidadores. Los enfermeros de familia debemos estar muy atentos a la existencia de lo que denominamos en nuestro lenguaje: “riesgo de cansancio del rol de cuidador”, que puede hacer que la persona encargada del cuidado del enfermo claudique y no pueda atenderle adecuadamente.

El alto impacto económico y social de esta enfermedad, hace imprescindible que se garanticen por parte del Estado las ayudas a la dependencia necesarias para asegurar  la calidad de vida de estos pacientes y de su familia.

Una parte muy importante de nuestro trabajo consiste en elaborar los informes de salud pertinentes para que a través del trabajador social se gestionen las ayudas necesarias para cada situación, aunque hemos de denunciar desde aquí, que dichas ayudas son cada vez más precarias.

Os dejamos con este interesante vídeo sobre cómo tratar a un enfermo de Alzheimer que puede resultar muy útil para aquellos que tengáis cerca a alguien con esta enfermedad.



Para saber más os recomendamos que echéis un vistazo a la Asociación española de Alzheimer.

Ante cualquier duda al respecto, no lo dudes: consulta a tu enfermera del centro de salud.


“Perdemos la memoria de las palabras,
pero no la memoria de las emociones”
(A. Maalouf, "Los desorientados")

Este post está dedicado a Mª. Luisa, que aunque ya no sepa quién soy yo, su nuera, yo sí sé quién es ella.  Por todas las risas y lágrimas que echamos juntas.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Insulinoterapia: cómo se conserva y administra correctamente la insulina




Año tras año el número de personas que precisan de insulinoterapia para controlar su diabetes va desgraciadamente en aumento. Y aunque las personas diabéticas son sin duda los mayores expertos en el manejo de la insulina, nunca está de más repasar la teoría. Por ello, queremos dedicar el post de esta semana a recordar qué es la insulina, qué tipos existen y el modo correcto de conservación y administración. Esperamos que os guste.

La insulina


La insulina es una hormona que segrega el páncreas, cuya función principal es ayudar a que los azúcares (y otros nutrientes) que se encuentran en la sangre entren dentro de las células de los órganos, donde se utilizan como energía para el normal funcionamiento del organismo. 

En condiciones normales, hay una secreción basal de insulina continua que garantiza el aporte necesario de energía a los órganos y mantiene la glucemia en niveles óptimos. 

Después de las comidas los niveles de insulina aumentan para poder aprovechar la mayor cantidad de nutrientes, dependiendo la cantidad de insulina que segrega el páncreas de la cantidad de glucosa que contengan los alimentos (a mayor cantidad de azúcares mayor secreción de insulina). 

Cuando se produce una alteración en la producción o en el funcionamiento de la insulina aparece la Diabetes Mellitus. La diabetes tipo 1 es consecuencia de la destrucción de las células pancreáticas que generan la insulina, provocando un déficit absoluto de la hormona en poco tiempo. El tratamiento de la DM tipo 1 es, por tanto, la administración de por vida de insulina. 

Por otro lado, en la diabetes tipo 2 suele darse una acción insuficiente de la hormona en los tejidos de los órganos (lo que se denomina resistencia a la insulina) aunque el páncreas continúe secretando insulina. Las personas con DM tipo 2 suelen tener un tratamiento basado en cambios del estilo de vida, pérdida de peso, ejercicio y antidiabéticos orales, aunque pueden necesitar insulina a la larga ya que su páncreas puede llegar a generar menor cantidad o acabar agotándose. 

Además de los diabéticos tipo 1 y 2, en ocasiones necesitan la administración de insulina algunas mujeres embarazadas que padecen diabetes gestacional, que es una respuesta deficiente del páncreas al estado de insulinorresistencia que produce el embarazo.

Tipos de insulina


Desde el descubrimiento de la insulina en 1922, los científicos han desarrollado diversos tipos de insulina para que las personas con diabetes puedan controlar de la mejor manera posible sus niveles de glucemia. Las insulinas comerciales se clasifican según la duración de su acción, es decir, según la curva de insulina que provocan. Así, cada insulina tiene: 
  • inicio de acción: el tiempo que tarda la insulina en comenzar a reducir la glucemia
  • pico de acción: el momento en que la insulina alcanza su potencia máxima
  • duración de la acción: el tiempo que la insulina mantiene su acción

Según la curva de insulina que genera cada una, las insulinas se clasifican en:

Tipo de insulina
Inicio
Pico
Duración

Acción ultrarrápida

0 a 15 min

30 min a 2 h

2 a 4 horas

Acción rápida (regular)

25 a 60 min

2 a 3 horas

5 a 8 horas

Acción intermedia (NPH)

2 a 4 horas

4 a 8 horas

10 a 16 horas

Acción lenta (análoga a la basal)

1 a 2 horas

Sin pico

16 a 24 horas

Mixta (mezcla de distintas insulinas en distintas proporciones)

La curva de acción depende de las proporciones de cada mezcla. Puede inyectarse de 20 a 30 min antes de la ingesta.

10 a 16 horas



Conservación de la insulina


La insulina viene habitualmente en una caja que contiene varios viales (bolígrafos). El vial que se vaya a utilizar debe guardarse a temperatura ambiente, ya que si la inyección de insulina está fría su administración puede resultar más dolorosa. Este vial se utilizará durante un mes y luego se debe desechar aunque aun contenga insulina. La insulina a temperatura ambiente (hasta los 30ºC) pierde sus propiedades a los 30 días. 

El resto de los bolígrafos deben guardarse en su caja dentro del frigorífico, en la zona alta de la puerta, aproximadamente donde se colocan los huevos (que suele ser la parte menos fría dentro de la nevera), manteniéndolos entre 4º y 8ºC. Nunca se deben meter dentro del congelador.  

Si por alguna razón fuera necesario mantener el vial que se va a utilizar en el frigorífico, lo sacaremos media hora antes de administrarlo para que la insulina se caliente un poco, aunque es aconsejable evitar los cambios constantes en su temperatura. Además, se deben evitar lugares con temperaturas extremas que dañan la insulina. Por otra parte, si viajamos a una zona cuya temperatura ambiente sea muy elevada se puede trasportar la insulina en una nevera con gel frío.

Por último, siempre antes de su uso se debe comprobar que el aspecto de la insulina es normal y que la fecha de caducidad es la adecuada.

Uso de las agujas


Las agujas con las que se administra la insulina deberían usarse una sola vez. Estas agujas tienen biseles extremadamente finos que vienen cubiertos por una barrera de silicona que se pierde tras el primer pinchazo. Por ello no es recomendable utilizarlas más de una vez.

A partir del primer uso la aguja se mella y en cada nuevo pinchazo se dañan la piel y los tejidos subcutáneos, favoreciendo la aparición de lipodistrofias. La siguiente fotografía muestra la vista microscópica de la aguja antes y después de varios usos.


Por otra parte, tras perderse la capa de silicona de la aguja queda expuesto el metal del que está compuesta que suele ser níquel, metal al que algunos pacientes son alérgicos.

Las agujas pueden ser de distintos tamaños que varían entre los 12 mm y los 6 mm. La elección de la aguja dependerá del grosor del tejido subcutáneo que tenga la persona. Si la elección es la correcta, tras introducir la totalidad de la aguja en la piel pellizcada en un ángulo de 90º la punta quedará dentro del tejido subcutáneo y no alcanzará el tejido muscular.

Recientes estudios han demostrado que las agujas de insulina más pequeñas son igual de efectivas que las agujas grandes, producen menos daños en la piel y alcanzan en menos ocasiones el tejido muscular, por lo que las agujas pequeñas son más recomendables. Las capas de la piel tienen más o menos el mismo grosor en todas las personas independientemente de su constitución física, mientras que sí que varía mucho el grosor del tejido subcutáneo. Así, con la aguja de 6 mm, por ejemplo, es posible llegar del mismo modo al tejido subcutáneo de una persona delgada que al de una persona obesa.

Zonas de administración de la insulina


Como acabamos de decir, la insulina se debe inyectar en el tejido subcutáneo, entre la piel y el músculo. Para ello es conveniente pellizcar la zona mientras se administra la insulina. 


Es importante variar la zona de administración en cada inyección rotando por las distintas áreas en que se puede administrar la insulina. Estas áreas son el abdomen, los brazos, los muslos y los glúteos.

  • Abdomen: zona abdominal dejando 5 centímetros alrededor del ombligo. Velocidad de absorción rápida. Es la zona de elección si queremos que la insulina actúe muy rápido.
  • Brazo: parte superior externa del brazo, 4 dedos por debajo del hombro y 4 dedos por encima del codo. Velocidad de absorción media.
  • Muslos: parte superior y externa del muslo, 4 dedos por debajo de la ingle y 4 dedos por encima de la rodilla. Velocidad de absorción más lenta.
  • Glúteos: cuadrante superior externo del glúteo. Es la zona con la velocidad de absorción más lenta de las cuatro por lo que es ideal para la administración de insulinas lentas (aunque la insulina lenta se absorbe a la misma velocidad en todas las zonas). 



Pasos para la correcta administración de la insulina


Inyectar la insulina es una técnica sencilla, aunque requiere de un poco de práctica y del conocimiento de los pasos necesarios para una correcta administración:
  • Lavarse bien las manos.
  • Poner la aguja en el bolígrafo.
  • Purgar el vial: se cargan 2 unidades de insulina y se dispara con la aguja hacia arriba para quitar las posibles burbujas de aire y a su vez llenar la aguja con insulina. Si la insulina que vamos a administrar es mixta o NPH debemos agitarla antes de purgarla. Purgar el bolígrafo también servirá para comprobar que la aguja está en buenas condiciones.
  • Cargar la dosis adecuada de insulina.
  • Elegir la zona de inyección: procurando rotar las áreas de punción, evitando inyectar en zonas con cicatrices o hematomas. La piel donde vamos a inyectar debe estar también limpia (ducha habitual con jabón) pero no se deben usar desinfectantes en dichas zonas.
  • Coger un pellizco: el pellizco se recomienda si el paciente tiene poca grasa. Si la administración se va a realizar en el muslo se recomienda coger un pellizco mayor para evitar pinchar en músculo. Si se pincha en el brazo es complicado coger un pellizco por lo que pincharemos en un ángulo de 45º sin necesidad de pellizcar.
  • Pinchar: se debe apretar el botón del bolígrafo hasta el final para asegurarnos de inyectar toda la insulina.
  • Esperar 10 segundos: antes de sacar la aguja la mantendremos inyectada 10 segundos para la completa administración de la dosis.
  • Sacar la aguja en dos tiempos: así evitaremos que salga parte de la insulina al sacar la aguja. Después de sacar la aguja se puede presionar ligeramente el punto de punción con un algodón pero no se debe frotar la zona.
  • Desechar la aguja: como hemos comentado antes, la aguja solo debe utilizarse una o dos veces. Las agujas se deben desechar en un contenedor amarillo rígido que le entregarán en su centro de salud. Si no dispusiera de dicho contenedor las agujas deberán tirarse a la basura orgánica dentro de algún recipiente bien cerrado para que no se pinchen otras personas. 
  • Tapar el vial: siempre se debe tapar el bolígrafo con su capuchón para evitar su exposición a la luz, ya que está altera las propiedades de la insulina.

Por último, no podemos acabar sin recordar la importancia de ajustar adecuadamente las dosis y el tipo de insulina al ejercicio físico y a la ingesta de alimentos para evitar descompensaciones, siguiendo siempre de manera precisa las indicaciones de su endocrino y de su enfermera. Tras la consulta, recomendamos a la persona diabética que dedique unos minutos a leer detenidamente, ante su enfermera, el informe médico para comprender bien y realizar adecuadamente los cambios en su tratamiento.  

¡Y recuerda que puedes acudir a tu enfermera de atención primaria (y especializada) para resolver cualquier duda sobre tu diabetes!


Quiero dar las gracias a Araceli Martín y Consuelo Beltrán, enfermeras especialistas en Educación Diabetológica, por su ayuda en la elaboración de este post.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El cáncer de mama y la importancia de un diagnóstico precoz



Por Rosa Sánchez González


¿Qué es el Ca de mama?


Es un tumor maligno, que se origina en el tejido de la glándula mamaria, que tiene capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos lejanos e implantarse en ellos.

Es el más frecuente en las mujeres y tiene un porcentaje muy pequeño en hombres (1 hombre por cada 100 mujeres, aproximadamente). En España se diagnostican unos 22.000 casos al año, que representan casi el 30% de todos los tumores del sexo femenino en nuestro país.

La mayoría de los casos se dan entre los 50 y 65 años, aunque hay casos en otros tramos de edad (entre los 35 y 80 años). Sin embargo no se dispone de un registro nacional para conocer las cifras exactas. En el curso de la vida, a una de cada ocho mujeres se le diagnosticará un Ca de mama.

El siguiente video ofrece una sencilla descripción de qué es el Ca de mama.


En la geografía española es Gran Canaria la provincia con mayor mortalidad y Navarra la comunidad autónoma donde el descenso de la mortalidad desde 1992 es más acusado. Esto coincide con que Navarra fue la primera en implantar un programa de diagnóstico precoz en 1990.

Factores de Riesgo


  • Edad y sexo: Mujeres con más de 50 años
  • Antecedentes familiares: Si algún familiar lo ha padecido, al igual si han tenido Ca de ovarios, útero o colon
  • Genes: Si uno de los progenitores transmite un determinado gen defectuoso, tendrá mayor riesgo
  • Ciclo menstrual: Menstruación precoz (inicio de la menstruación antes de los 12 años) y menopausias tardías (después de los 50).
  • Otros factores de riesgo asociados:
    • Consumo de alcohol, tabaco y grasas
    • Partos (mujeres que nunca han tenido hijos o partos después de los 30)
    • Obesidad (puede dar aumento de estrógenos)
    • Hormonoterapia (si han recibido tratamiento con estrógenos)
Por otro lado, aunque existe mucha controversia al respecto, actualmente no existen evidencias científicas que relacionen  los implantes mamarios, el uso de antitranspirantes (o desodorantes) de cualquier tipo o el uso de sujetadores con aros, con el riesgo de padecer un Ca de mama (no se ha encontrado ningún vínculo directo).

La Lucha Contra el Ca de mama


La prevención y el diagnóstico precoz son los dos pilares básicos para la lucha contra el Ca de mama, junto con el tratamiento temprano de la enfermedad, en caso de detectarla.

En definitiva esta lucha contempla 3 niveles:

Prevención primaria: Son todas las medidas destinadas a EVITAR que un Ca aparezca:
  • No fumar y reducir la ingesta de alcohol
  • Realizar ejercicio físico
  • Alimentación adecuada: disminuir la ingesta de grasa, mantener un peso adecuado, aumentar consumo de fibra, etc.
Para más detalle en cuanto a la alimentación os remito a una anterior entrada de nuestro blog: A la salud por la dieta.

Prevención secundaria: Son todas las medidas para DETECTAR un Ca en sus etapas iniciales, con el fin de aumentar la probabilidad de curación.

En este capítulo se encuentran la autoexploración mamaria, las mamografías y otras pruebas como ecografías, resonancias, analíticas de sangre y test genéticos.

Tratamiento y curación: Son todas las medidas destinadas a CURAR un Ca, tratándolo con la mayor brevedad posible. Las principales son: la cirugía (para extirpar el tumor y reconstruir el pecho,
en lo posible), la quimioterapia y radioterapia , y los tratamientos antiestrogénicos, para evitar la reproducción de un tumor.

Por su máxima importancia, quiero hacer hincapié en la “prevención secundaria” que ha sido el principal factor de mejora en la incidencia de la enfermedad.

Detección Precoz


Los principales instrumentos de la prevención secundaria o detección precoz son la autoexploración mamaria y las mamografías.

Autoexploración mamaria


Aunque hay mucha controversia al respecto (principalmente desde estudios americanos), creo que la mujer debe conocer bien sus mamas, mediante la observación y la palpación, para detectar la aparición de alguna alteración del pecho.


Si forma parte de una rutina, ante cualquier cambio puedes estar sobre aviso y acudir a un profesional para mitigar miedos. Es cierto que puede crear cierta ansiedad, la mayoría de las veces sin motivo, pero la plena confianza en sus referentes de salud (enfermera, médico de familia y ginecólogo) será de gran ayuda.

La autoexploración puede ser especialmente útil en aquellas mujeres que por su edad no se pueden acoger en los programas públicos de detección precoz.

¿Cómo realizarse una autoexploración?


Debe hacerse una vez al mes, una semana después de la menstruación, y si ya no la tiene, fijar un día concreto en el mes.

¡Ánimo! solo se necesita 5 minutos, un espejo y un poco de intimidad y resulta muy fácil de realizar.

La prueba se realiza una parte frente al espejo y otra en posición horizontal, sobre una superficie dura (puede ser el mismo suelo).


Posibles alteraciones


Las principales serían las siguientes:
  • Dolor en algún punto concreto
  • Cambio de color o tener una textura similar a la piel de naranja
  • Detección de bultos o hundimientos
  • Salida de secreciones por el pezón
  • Asimetría de los pechos

La figura adjunta, a través de la imagen de los limones, amplía la relación de las alteraciones posibles que se pueden detectar.

Si se detecta alguna anomalía de las citadas, conviene saber que en la MAYORÍA de los caso se trata de hallazgos benignos, que tienen tratamientos sencillos, Y NO ES UN CÁNCER.

La primera autoexploración mamaria se debe realizar detenidamente, pues permite conocer el aspecto y consistencia normal de las mamas. Conviene que esta primera vez se cuente con un profesional experimentado que enseñe la técnica de forma adecuada.

Finalmente, hay que recalcar que se trata de una técnica básica y que es conveniente que la conozca cada mujer, aunque no sustituye la realización de mamografías a partir de los 50 años, edad indicada por la Asociación Española del Cáncer de Mama. No se debe pensar que “… cómo no me noto nada, no me voy a hacer la mamografía”; esto es un error ya que la autoexploración puede ser fiable entre un 30 y un 50% de los casos (según distintas fuentes), frente a las mamografía que lo es en un 90%.

Mamografía


Se trata de una radiografía de las mamas, realizada en dos posiciones (vertical y horizontal) mediante un aparato de RX específico denominado mamógrafo.


Es una prueba rápida y sencilla, si bien algo molesta por la compresión de las mamas, que en algunas mujeres, según su sensibilidad y configuración del pecho, puede producir algo de dolor, aunque de corta duración (aproximadamente 2 min. de compresión en cada mama). El tiempo total de la prueba es de 15 a 20 min. y no precisa preparación previa.

El Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama


En todas las comunidades autónomas las mamografías se realizan en el marco de un programa público de Detección Precoz de Ca de Mama (PALOMA). En la Comunidad Autónoma de Madrid se empezó a realizar en 1999, haciéndose eco de la importancia sanitaria y social del Ca de mama.

En los comienzos del Programa, las mamografías se realizaban en unidades móviles distribuidas por distritos, propias del Servicio Público de Salud, pero en la actualidad la Comunidad de Madrid a firmado conciertos con diversas clínicas privadas. Desde aquí esperamos y deseamos la Sanidad Pública vuelva a hacerse cargo del Programa y, sobre todo, que no desaparezca por la difícil situación que atraviesa la Sanidad.

El objetivo del Programa es detectar de forma precoz lesiones que puedan aparecer en la mama en fases de inicio de la enfermedad, incluso en fases pre-malignas, cuando la paciente no presenta síntomas y los tratamientos pueden ser menos agresivos y más eficaces.

El programa incluye a las mujeres entre 50 y 69 años, con una periodicidad de dos años (en algunas comunidades se hace a partir de los 45 años). En todo caso, no se realiza por debajo de esas edades, por la menor incidencia de casos. Los casos que se detectan por debajo de los 50 años (por ejemplo, mediante autoexploración) se gestionan a través del centro de salud, o el ginecólogo de zona.

A veces hay que realizar otras pruebas complementarias, como ecografía, resonancia magnética, etc., para confirmar el diagnóstico y garantizar el tratamiento más adecuado en el momento correcto.

Participación en el Programa

  1. Las mujeres que cumplen los requisitos recibirán en su domicilio una carta personalizada citándolas en un lugar y fecha determinados. Como se ha dicho, la prueba se realizará cada 2 años. 
  2. Si el resultado es negativo, en el plazo de 1 mes aproximadamente la mujer recibirá una carta donde se le informará del resultado. 
  3. Si el resultado es dudoso o incompleto para poder llegar a un diagnóstico, la paciente será citada nuevamente para completar el estudio con aquellas pruebas complementarias que consideren necesarias, según se ha indicado.
  4. Cuando se detectan lesiones se establece un protocolo de actuación para el tratamiento, según las características de las mismas.
Se ha venido detectando una cierta falta de participación de las mujeres en el Programa, por varios motivos:
  • “Extravío” de cartas de citación
  • Problemas de accesibilidad (desplazamiento a clínicas alejadas)
  • Falta de información
  • Desacuerdo de la mujer con las pruebas
  • Temor a un diagnóstico no deseado,…
Es en estos últimos aspectos en los que la enfermera de atención primaria tiene una gran labor que realizar:
  • Concienciando de la importancia del diagnóstico precoz
  • Mitigando miedos, mediante una correcta información
  • Facilitando los teléfonos de la AECC en caso de que la paciente no reciba su carta
  • Explicando correctamente cómo se realizan las pruebas
En definitiva, se trata de atender a los miedos o temores de la paciente, porque “es mejor saber y actuar, a que el miedo nos paralice”

Para terminar…


Como para todo hay un día, os recuerdo que el próximo 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, creado para concienciar a la sociedad de la importancia de esta enfermedad y de su detección precoz, y cuyo símbolo es el lazo rosa en la solapa.

Finalmente, quiero hacer una especial mención a todas aquellas pacientes que un día se realizaron una mamografía con un resultado no deseado, para que sigan luchando y confíen en su tratamiento y en su recuperación. Así mismo, también quiero mencionar a todas las personas cercanas a las pacientes (familiares, amigos, compañeros, profesionales) que son una parte muy importante en su recuperación y también a la AECC, por su permanente apoyo a los pacientes y a la investigación contra el cáncer.


y recuerda la importancia de la detección precoz así que…
¡¡ Ánimo, regálate una mamografía !!


miércoles, 3 de septiembre de 2014

Virus que matan: Ébola



Por Olga Álvarez Montes


Aunque los primeros casos de Ébola se diagnosticaron en el año 1976 en Zaire y Sudán, y han existido numerosos brotes epidémicos desde entonces con una elevada mortalidad asociada,  ha sido en Marzo de este año 2014 cuando ha surgido el mayor brote hasta ahora conocido, concretamente del  serotipo  más letal de todos, el Ébola-Zaire, afectando inicialmente a Guinea-Conakry y expandiéndose posteriormente a Sierra Leona, Liberia y Nigeria.

El 8 de agosto de 2014, la OMS decreta la situación como "emergencia pública sanitaria internacional" y recomienda medidas para detener su transmisión en medio de una gran preocupación mundial ante el riesgo de una pandemia global. Entre dichas medidas, pide a los países donde se han detectado afectados que declaren la  situación como  emergencia nacional y  así mismo hace una llamada a la solidaridad internacional.

Actualmente la cifra de fallecidos por la epidemia  ronda  los 1500 individuos y la infección amenaza con seguir extendiéndose tras fallar los mecanismos de contención iniciales.


Intervención  urgente y protocolos de seguridad efectivos


Organizaciones no gubernamentales como Médicos sin Fronteras, alertan de la necesidad urgente de incrementar los recursos y las actuaciones en los países afectados, los cuales poseen sistemas de salud débiles y  no están preparados para asumir una epidemia de esta magnitud.

Por otro lado, la repatriación del padre Pajares a nuestro país, el 8 de Agosto , primera que se realizaba a Europa de un ciudadano infectado, ha creado una gran alarma sanitaria en todo el continente, y ha puesto en entredicho la adecuación  del sistema de salud español, cada vez más castigado por los recortes  sanitarios, para abordar adecuadamente este tipo de emergencias  y prevenir de forma eficaz la transmisión de la enfermedad.

Aunque se está trabajando a fondo en la búsqueda de antídotos efectivos contra el virus y en la elaboración de una vacuna para prevenir la infección, es importante sobre todo la implicación de la comunidad internacional mediante acciones locales en los países afectados.

Lo Global y lo Local


Como dice Francisco José Ayala Pereda, uno de los científicos españoles más prestigiosos en activo, experto en biología evolutiva, proteger contra las infecciones a los países que no tienen los medios para poder hacerlo por ellos mismos no es una cuestión tan sólo humanitaria, es también una manera de protegernos todos. Si las inversiones que se realizan en bioterrorismo se dedicaran al control de las enfermedades infecciosas los beneficios para la humanidad serían mucho mayores.

En un mundo globalizado como es el nuestro, hasta que no comprendamos que todos estamos interrelacionados, y que lo que afecta a unos  indirectamente nos afecta a todos, no conseguiremos un entorno más seguro y sostenible. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la verdadera pandemia que afecta a nuestro planeta se llama “desigualdad en salud”(Ver artículo de Marzo 2014 ”Día mundial de la Salud ¿Algo que celebrar?”)


Arriesgando la vida…


La OMS estima que más de 240 profesionales  sanitarios han sido infectados por el virus del Ébola, y que alrededor de 120 han fallecido por su causa, algo sin precedentes en los últimos tiempos.

 El alto número de profesionales sanitarios que se han contagiado con el virus demuestra que las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores son insuficientes, y  se debe a que los sistemas de salud de los países afectados son deficitarios y están escasamente dotados, además de sobresaturados, por lo que el personal sanitario trabaja en condiciones precarias, y muchas veces carece de los equipos básicos de protección  o de la información necesaria para usarlos de forma adecuada.


Pero… ¿Qué es el Ébola?


La enfermedad del  Ébola es una  infección viral aguda grave y altamente contagiosa, que produce fiebre hemorrágica en humanos y  animales (monos, gorilas , chimpancé...), causada por el virus del  Ébola, que fue descrito por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finkes, al presentarse varios casos de fiebre hemorrágica en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ébola, afluente del Congo, ubicado en Zaire, donde surgió el primer caso.

El virus del Ébola es uno de los dos miembros de una familia de virus de ARN (ácido ribonucleico) llamado Filoviridae, al igual que el virus de Marburg, que también produce fiebres hemorrágicas y lleva una gran mortalidad asociada. Existen cinco serotipos del virus del Ébola: Ébola-Zaire, Ébola-Sudán, Ébola-Costa de Marfil, Ébola-Bundibugyo, y un quinto serotipo, el Ébola-Reston, que ha causado enfermedad en animales, pero no en humanos.

La cepa  Ébola-Zaire tiene la mayor tasa de mortalidad, hasta un  90 % en algunas epidemias, con una media de un 83 %.Es la que se ha presentado en el actual brote epidémico. Aunque no existe una certeza absoluta, se considera que determinados murciélagos frugívoros, son posiblemente los huéspedes naturales del virus del Ébola en África. Por ello, la distribución geográfica de los Ébola virus puede coincidir inicialmente con la de dichos murciélagos.

¿Cómo se transmite?


El virus se transmite por contacto directo con líquidos corporales infectados como la sangre, la saliva, el sudor, la orina o los vómitos, de animales o humanos, vivos o fallecidos. Hasta el momento, no existe evidencia científica sobre la transmisión aérea.

Las ceremonias de enterramiento  que se celebran en ciertas aldeas africanas  suponen un elevado riesgo de contagio, ya que se entra  en contacto directo con el cadáver. Comer carne de animales infectados supone también otro mecanismo de transmisión del virus muy importante.

 Concienciar a la población sobre las formas de transmisión del virus, adaptándose a los contextos culturales y evitando crear alarmas  así como  la estigmatización de la enfermedad se convierte en una tarea complicada.

Síntomas


El periodo de incubación del virus varía de 2 a 21 días, aunque lo más habitual es entre 5 y 12 días. El diagnóstico se obtiene por la sintomatología, los antecedentes y pruebas de laboratorio que indican disminución de leucocitos y plaquetas , así como un aumento del hematocrito por la deshidratación.

Los síntomas son variables pues dependen de cada persona y cada situación. El inicio suele ser, generalmente, súbito y caracterizado por fiebre alta, postración,  mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor articular), dolor abdominal y cefaleas. Alrededor de una semana aparecen en todo el cuerpo  erupciones, frecuentemente hemorrágicas.

Las hemorragias se presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, provocando sangrado  tanto por la boca como por el recto. La tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% y los pacientes generalmente mueren por shock hipovolémico debido a  la pérdida de sangre.


¿Existe tratamiento?



Aunque existen varios laboratorios que están experimentando con diversos sueros como el ZMapp, que parece haber resultado efectivo en dos estadounidenses repatriados desde Liberia, y de que los avances en la obtención de una vacuna eficaz parecen importantes, con un 100% de efectividad en primates no humanos según el laboratorio farmaceútico  NewLink  Genetics Corp., por el momento, y para la mayoría de las personas, sobre todo la población de los países más afectados, el tratamiento sigue siendo puramente sintomático, a base de control de la fiebre, el dolor, reposición de líquidos y transfusiones sanguíneas.


¿Cómo se previene? La importancia del mensaje


Las intervenciones comunitarias son otro aspecto fundamental  en el control y seguimiento de la expansión de la enfermedad, más allá de lo puramente asistencial.
La importancia del mensaje y de la adecuación de éste al contexto cultural es primordial para que sea efectivo. Para ello es importante la colaboración de equipos multidisciplinares en los que se incluya a  Antropólogos que ayuden a comprender dicho contexto cultural y que se implique a los agentes de salud locales, sanadores etc… de las diferentes comunidades.

Las actividades preventivas se centran sobre todo en medidas informativas y de sensibilización a la población, haciéndose hincapié  en las medidas higiénicas y de lavado de manos y la importancia de la comunicación de casos sospechosos para su control y seguimiento de manera que se pueda frenar la difusión del virus.

Os recomendamos que no dejéis de ver los siguientes vídeos de Médicos sin Fronteras.No son extensos y reflejan muy bien cómo se está viviendo la situación en estos momentos y la importancia de trabajar con la comunidad.










Si queréis colaborar con MSF  pinchad en el siguiente enlace www.msf.es/Ebola‎.

Nos vamos, pero no sin antes manifestar todo nuestro respeto y admiración a los compañeros que con su trabajo diario luchan por erradicar esta terrible enfermedad.¡Hasta la próxima!