Por Olga Álvarez Montes
Aunque los primeros casos de Ébola se diagnosticaron en el
año 1976 en Zaire y Sudán, y han existido numerosos brotes epidémicos desde
entonces con una elevada mortalidad asociada, ha sido en Marzo de este año 2014 cuando ha
surgido el mayor brote hasta ahora conocido, concretamente del serotipo
más letal de todos, el Ébola-Zaire, afectando inicialmente a
Guinea-Conakry y expandiéndose posteriormente a Sierra Leona, Liberia y
Nigeria.
El 8 de agosto de 2014, la OMS decreta la situación como "emergencia pública sanitaria internacional" y recomienda
medidas para detener su transmisión en medio de una gran preocupación mundial
ante el riesgo de una pandemia global. Entre dichas medidas, pide a los países
donde se han detectado afectados que declaren la situación como emergencia nacional y así mismo hace una llamada a la solidaridad
internacional.
Actualmente la cifra de fallecidos por la epidemia ronda
los 1500 individuos y la infección amenaza con seguir extendiéndose tras
fallar los mecanismos de contención iniciales.
Intervención urgente y protocolos de seguridad efectivos
Organizaciones no gubernamentales como Médicos sin Fronteras, alertan de la necesidad urgente de incrementar los recursos y las actuaciones en los países afectados, los cuales poseen sistemas de salud débiles y no están preparados para asumir una epidemia de esta magnitud.
Por otro lado, la repatriación del padre Pajares a nuestro
país, el 8 de Agosto , primera que se realizaba a Europa de un ciudadano
infectado, ha creado una gran alarma sanitaria en todo el continente, y ha
puesto en entredicho la adecuación del
sistema de salud español, cada vez más castigado por los recortes sanitarios, para abordar adecuadamente este
tipo de emergencias y prevenir de forma
eficaz la transmisión de la enfermedad.
Aunque se está trabajando a fondo en la búsqueda de
antídotos efectivos contra el virus y en la elaboración de una vacuna para
prevenir la infección, es importante sobre todo la implicación de la comunidad
internacional mediante acciones locales en los países afectados.
Lo Global y lo Local
Como dice Francisco José Ayala Pereda, uno de los
científicos españoles más prestigiosos en activo, experto en biología evolutiva,
proteger contra las infecciones a los países que no tienen los medios para
poder hacerlo por ellos mismos no es una cuestión tan sólo humanitaria, es
también una manera de protegernos todos. Si las inversiones que se realizan en
bioterrorismo se dedicaran al control de las enfermedades infecciosas los
beneficios para la humanidad serían mucho mayores.
En un mundo globalizado como es el nuestro, hasta que no
comprendamos que todos estamos interrelacionados, y que lo que afecta a
unos indirectamente nos afecta a todos,
no conseguiremos un entorno más seguro y sostenible. Como ya hemos comentado en
otras ocasiones, la verdadera pandemia que afecta a nuestro planeta se llama
“desigualdad en salud”(Ver artículo de Marzo 2014 ”Día mundial de la Salud
¿Algo que celebrar?”)
Arriesgando la vida…
La OMS estima que más de 240 profesionales sanitarios han sido infectados por el virus del Ébola, y que alrededor de 120 han fallecido por su causa, algo sin precedentes en los últimos tiempos.
El alto número de profesionales sanitarios que se han contagiado con el virus
demuestra que las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores son
insuficientes, y se debe a que los
sistemas de salud de los países afectados son deficitarios y están escasamente
dotados, además de sobresaturados, por lo que el personal sanitario trabaja en
condiciones precarias, y muchas veces carece de los equipos básicos de protección
o de la información necesaria para usarlos
de forma adecuada.
La enfermedad del Ébola es una infección viral aguda grave y altamente contagiosa, que produce fiebre hemorrágica en humanos y animales (monos, gorilas , chimpancé...), causada por el virus del Ébola, que fue descrito por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finkes, al presentarse varios casos de fiebre hemorrágica en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ébola, afluente del Congo, ubicado en Zaire, donde surgió el primer caso.
El virus del Ébola es uno de los dos miembros de una familia de virus de ARN (ácido ribonucleico) llamado Filoviridae, al igual que el virus de Marburg, que también produce fiebres hemorrágicas y lleva una gran mortalidad asociada. Existen cinco serotipos del virus del Ébola: Ébola-Zaire, Ébola-Sudán, Ébola-Costa de Marfil, Ébola-Bundibugyo, y un quinto serotipo, el Ébola-Reston, que ha causado enfermedad en animales, pero no en humanos.
Pero… ¿Qué es el Ébola?
La enfermedad del Ébola es una infección viral aguda grave y altamente contagiosa, que produce fiebre hemorrágica en humanos y animales (monos, gorilas , chimpancé...), causada por el virus del Ébola, que fue descrito por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finkes, al presentarse varios casos de fiebre hemorrágica en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ébola, afluente del Congo, ubicado en Zaire, donde surgió el primer caso.
El virus del Ébola es uno de los dos miembros de una familia de virus de ARN (ácido ribonucleico) llamado Filoviridae, al igual que el virus de Marburg, que también produce fiebres hemorrágicas y lleva una gran mortalidad asociada. Existen cinco serotipos del virus del Ébola: Ébola-Zaire, Ébola-Sudán, Ébola-Costa de Marfil, Ébola-Bundibugyo, y un quinto serotipo, el Ébola-Reston, que ha causado enfermedad en animales, pero no en humanos.
La cepa Ébola-Zaire tiene la mayor tasa
de mortalidad, hasta un 90 % en
algunas epidemias, con una media de un 83 %.Es la que se ha presentado en
el actual brote epidémico. Aunque
no existe una certeza absoluta, se considera que determinados murciélagos frugívoros, son posiblemente los
huéspedes naturales del virus del Ébola en África. Por ello, la distribución
geográfica de los Ébola virus puede coincidir inicialmente con la de
dichos murciélagos.
El virus se transmite por contacto directo con líquidos corporales infectados como la sangre, la saliva, el sudor, la orina o los vómitos, de animales o humanos, vivos o fallecidos. Hasta el momento, no existe evidencia científica sobre la transmisión aérea.
Las ceremonias de enterramiento que se celebran en ciertas aldeas africanas suponen un elevado riesgo de contagio, ya que se entra en contacto directo con el cadáver. Comer carne de animales infectados supone también otro mecanismo de transmisión del virus muy importante.
Concienciar a la población sobre las formas de transmisión del virus, adaptándose a los contextos culturales y evitando crear alarmas así como la estigmatización de la enfermedad se convierte en una tarea complicada.
Síntomas
El periodo de incubación del virus varía de 2 a 21 días, aunque lo más habitual es entre 5 y 12 días. El diagnóstico se obtiene por la sintomatología, los antecedentes y pruebas de laboratorio que indican disminución de leucocitos y plaquetas , así como un aumento del hematocrito por la deshidratación.
Los
síntomas son variables pues dependen de cada persona y cada situación. El inicio
suele ser, generalmente, súbito y caracterizado por fiebre alta, postración,
mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor articular), dolor abdominal y cefaleas.
Alrededor de una semana aparecen en todo el cuerpo erupciones, frecuentemente hemorrágicas.
Las hemorragias se presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, provocando sangrado tanto por la boca como por el recto. La tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% y los pacientes generalmente mueren por shock hipovolémico debido a la pérdida de sangre.
Aunque existen varios laboratorios que están experimentando con diversos sueros como el ZMapp, que parece haber resultado efectivo en dos estadounidenses repatriados desde Liberia, y de que los avances en la obtención de una vacuna eficaz parecen importantes, con un 100% de efectividad en primates no humanos según el laboratorio farmaceútico NewLink Genetics Corp., por el momento, y para la mayoría de las personas, sobre todo la población de los países más afectados, el tratamiento sigue siendo puramente sintomático, a base de control de la fiebre, el dolor, reposición de líquidos y transfusiones sanguíneas.
Las hemorragias se presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, provocando sangrado tanto por la boca como por el recto. La tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% y los pacientes generalmente mueren por shock hipovolémico debido a la pérdida de sangre.
¿Existe tratamiento?
Aunque existen varios laboratorios que están experimentando con diversos sueros como el ZMapp, que parece haber resultado efectivo en dos estadounidenses repatriados desde Liberia, y de que los avances en la obtención de una vacuna eficaz parecen importantes, con un 100% de efectividad en primates no humanos según el laboratorio farmaceútico NewLink Genetics Corp., por el momento, y para la mayoría de las personas, sobre todo la población de los países más afectados, el tratamiento sigue siendo puramente sintomático, a base de control de la fiebre, el dolor, reposición de líquidos y transfusiones sanguíneas.
¿Cómo se previene? La importancia del mensaje
La importancia del mensaje y de la adecuación de éste al
contexto cultural es primordial para que sea efectivo. Para ello es importante
la colaboración de equipos multidisciplinares en los que se incluya a Antropólogos que ayuden a comprender dicho
contexto cultural y que se implique a los agentes de salud locales, sanadores
etc… de las diferentes comunidades.
Las actividades preventivas se centran sobre todo en medidas
informativas y de sensibilización a la población, haciéndose hincapié en las medidas higiénicas y de lavado de manos
y la importancia de la comunicación de casos sospechosos para su control y
seguimiento de manera que se pueda frenar la difusión del virus.
Os recomendamos que no dejéis de ver los siguientes vídeos de Médicos sin Fronteras.No son extensos y reflejan muy bien cómo se está viviendo la situación en estos momentos y la importancia de trabajar con la comunidad.
Si queréis colaborar con MSF pinchad en el siguiente enlace www.msf.es/Ebola.
Si queréis colaborar con MSF pinchad en el siguiente enlace www.msf.es/Ebola.
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