Por Rosa Sánchez González
¿Somos conscientes de la importancia que tiene la alimentación en la salud? ¿Qué relación hay entre ellas?
En nuestra labor diaria de enfermería, damos respuestas a estas preguntas, educando a nuestros pacientes de modo tanto individual como grupal en función de su estilo de vida.
Considerando que la alimentación es la ingesta de alimentos con la finalidad de obtener de ellos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para mantener una vida saludable, según sea esta tendremos una buena o mala salud, ya que determinadas alteraciones o enfermedades se relacionan con desequilibrios en la alimentación, ya sea por exceso (obesidad, hipertensión, colesterol alto, diabetes, gota...) o por defecto (carencia de vitaminas o minerales, bajo peso, pérdida de masa ósea, algún tipo de cáncer...).
Alimentarse no sólo consiste en saciar el hambre, es más complejo e influyen determinados factores:
- Ambientales: Costumbres y cultura del lugar en que vivimos, modas, medios de información, entorno familiar, etc.
- Personales: Sexo, edad, preferencias, religión, grado de actividad, estados de ánimo, etc.
¿A qué llamamos nutrientes? Son las sustancias aprovechables por nuestro organismo y que hacen posible la vida. Tienen tres funciones:
- Conseguir energía
- Formar y mantener tejidos, órganos y sistemas de defensa
- Regular los procesos de nuestro organismo para que todo discurra con plena armonía
Claves de la alimentación sana
Recordemos que “alimentarse no es lo mismo que nutrirse”. Es necesario aprender a alimentarse y conocer la importancia de la calidad, cantidad y armonía de los elementos que componen nuestra dieta, y así conseguir una dieta equilibrada. Una dieta equilibrada debe cumplir los siguientes 4 requisitos, según la OMS:
- Suficiente
- Completa
- Armónica
- Adecuada
Esto se refleja en la Pirámide Nutricional de la OMS. La pirámide consiste en una guía gráfica que refleja de una manera sencilla la relación cualitativa y cuantitativa entre los 5 grupos de alimentos que componen la dieta equilibrada, de la base al vértice: pan, cereales y pasta; hortalizas; fruta; leche, yogures y queso; carne, pollo, pescado, legumbres, huevos y frutos secos; y grasas, aceite y dulces, siendo el vértice el área de restricción y limitación.
Podéis encontrar una explicación más detallada sobre la Pirámide Nutricional en el siguiente aquí.
Afortunadamente en nuestro país gozamos de la llamada “Dieta Mediterránea”, que es una dieta equilibrada, ya que garantiza que se cumplan los requisitos de energía y nutrientes que necesitamos para un buen estado de salud física, psíquica y social.
¿Quieres saber más y ponerlo en práctica? Te podemos ayudar y resolver tus dudas en tu Centro de Salud, mediante consejos, dietas adaptadas, etc.
Para ir preparándote, sigue estos consejos:
- Haz 5 comidas al día
- Bebe al menos 8 vasos de agua al día
- Incorpora a tu dieta vegetales, frutas, verduras, cereales y legumbres
- Disminuye el consumo de grasas
- Restringe la ingesta de azúcar
- Evita la sal
- Come sentado, masticando lentamente, no realizando otra actividad al mismo tiempo y no emplees menos de 20 minutos en tus comidas
- Realiza ejercicio físico y ajusta tu ingesta calórica a tu nivel de consumo calórico según tu actividad
Prueba a calcular tu gasto calórico diario con esta sencilla herramienta
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