jueves, 25 de febrero de 2016

¡Tú puedes salvar una vida!



Por Elena Monteagudo

Imagínate que te encuentras en tu clase de zumba de los miércoles y cuando suena una de tus canciones favoritas, una mujer se desploma; o que estás cenando en un restaurante cuando el hombre de la mesa de al lado cae inconsciente; o que en lo que espera al metro un joven cae al suelo del andén. ¿Qué harías en esas situaciones, sabrías cómo reaccionar o actuar ante una parada cardiorespiratoria?

Estas escenas pueden presentarse cuando uno menos se lo espera y todas ellas tienen en común que los protagonistas han sufrido algún evento que les ha llevado a sufrir una parada cardiorespiratoria. 

Conocer la cadena de supervivencia y poner en marcha rápido las maniobras de reanimación y de desfibrilación aumenta la probabilidad de que el afectado salga de la parada, cumpliéndose el dicho de que “el tiempo es oro” y convirtiéndose en una necesidad el que todos tengamos unos conocimientos básicos.


La cadena de supervivencia


Una parada cardiorespiratoria se define como la pérdida brusca, inesperada y potencialmente reversible de la respiración y del latido cardiaco. Ante ésta, deberemos poner en marcha la cadena de supervivencia. Esto es una secuencia de cuatro eslabones, de los cuales como ciudadanos, deberíamos conocer y poder realizar los tres primeros:

1º ALERTA


2º SOPORTE VITAL BÁSICO



3º DESFIBRILACIÓN PRECOZ



4º SOPORTE VITAL AVANZADO



1º ESLABÓN: ALERTA

Una parada cardiorespiratoria puede ser o no presenciada; es decir que se produzca in-situ o que nos encontremos con la persona ya desplomada. Ante cualquiera de las situaciones debemos llevar a cabo los siguientes pasos:



2º ESLABÓN: SOPORTE VITAL BÁSICO



Para que las compresiones sean de calidad:
  • Deberemos colocar al afectado sobre una superficie plana y dura y nosotros nos colocaremos a un lado.
  • Realizaremos las compresiones en el centro del tórax, sobre el esternón. Para ello colocaremos el talón de la mano NO dominante debajo y nuestra mano dominante encima. Nuestros brazos deben dejar caer el peso del cuerpo de manera perpendicular y sin doblarlos.
  • El ritmo debe ser de 100-120 compresiones/minuto (al ritmo de la “macarena” o de “Staying  alive”)
  • Con una profundidad de 5-6 cm.
  • Dejaremos que el tórax recupere su altura, es decir NO nos mantenernos todo el tiempo sobre el pecho del paciente.
  • Las ventilaciones de 1 segundo de duración y con un volumen normal de aire.
  • BÁSICO: reducir al máximo las interrupciones


3º  ESLABÓN: DESFIBRILACIÓN PRECOZ


Este paso es fundamental en el proceso de reanimación. De una desfibrilación precoz dependerá la supervivencia de la persona; cuanto más tiempo pase desde el inicio de la parada a la desfibrilación menor tasa de supervivencia y mayor número de secuelas. Pero en referencia a ellos, seguramente, les surjan  un gran número de preguntas  y ese desconocimiento puede disuadirles a la hora de utilizarlos. Por ello vamos a conocerlos un poco más:


¿Qué son los desfibriladores semiautomáticos?                          


Los desfibriladores semiautomáticos (DESA) son unos dispositivos capaces de detectar el ritmo cardiaco del paciente, determinar si es un ritmo que puede desfibrilarse y con una mínima intervención nuestra (pulsando un botón) realizar la descarga.


¿Cómo son?


Existen múltiples modelos, pero todos ellos comparten unos elementos comunes que hacen que su utilización sea sencilla e intuitiva, dado que su finalidad es que puedan ser utilizados tanto por personal formado como personas legas:
  • Desfibrilador: son seguros a partir de 1 año de edad, utilizando los parches adecuados, que vienen en el set.
  • Batería: deberá estar cargada
  • Electrodos: de 1-8 años utilizaremos los pediátricos, para mayores de 8 utilizaremos los de adulto.



¿Dónde los podemos encontrar?


Debe poder accederse a ellos de manera sencilla, puesto que el objetivo es que la desfibrilación se lleve a cabo en los 3-5 primeros minutos. Se ha determinado que son costoefectivos en aquellos lugares en los que se puede producir una parada cada 5 años, por tanto, los encontramos en cualquier sitio público (centros comerciales, de ocio, gimnasios, centros de salud, terminales de autobuses, aeropuertos, etc). Para ello deben estar correctamente señalizados con el icono universal, verde, que aparece a la derecha de la foto.



En la actualidad, se está planteando su utilidad en las zonas residenciales, dado que la incidencia de paradas cardiorrespiratorias es mayor en los domicilios que en lugares públicos.


¿Cómo funcionan y qué debo hacer?


En caso de que nos encontremos solos con la víctima, tras valorar la respuesta, vía aérea y realizar la alerta, iniciaremos las compresiones. No interrumpiremos las compresiones. Pero en caso de que haya más de una persona mientras uno realiza la secuencia, la otra persona deberá ir a localizar un desfibrilador, recordemos: “ el tiempo es oro”.

Cuando tengamos el desfibrilador, pulsaremos el botón de ENCENDIDO y escucharemos con atención las indicaciones de voz, llevando a cabo lo que nos diga.

Lo siguiente que nos pedirá será que COLOQUEMOS LOS PARCHES/ELECTRODOS. La piel debe estar seca y si lleva algún parche de medicación se lo retiraremos. El electrodo derecho se coloca debajo de la clavícula derecha y el izquierdo, 10 cm debajo de la axila izquierda. No se preocupen si no se acuerdan porque vendrá indicado en los propios parches.


A continuación, la voz nos indicará que no toquemos a la víctima, ya que va a proceder a analizar el ritmo. En caso de que el ritmo fuera desfibrilable, el dispositivo nos indicará que pulsemos el botón de DESCARGA y que nos APARTEMOS.

Seguidamente nos dirá que sigamos con las COMPRESIONES hasta nueva orden.

Os dejo a continuación un video de demostración de la utilización de uno de ellos. En él, podréis escuchar las indicaciones que nos da no sólo esta marca de dispositivo, si no cualquier otra.



No querría finalizar el artículo sin invitaros a que si tenéis cualquier duda podéis consultarla con la enfermera de Atención Primaria. El siguiente video resumen del 2015 desarrollado por la American Heart Assotiation (organización que cada 5 años se encargar de revisar y actualizar las recomendaciones en materia de reanimación cardiopulmonar) muestra la técnica de una correcta reanimación y utilización de un Desfibrilador Externo Semiautomático.


¡RECUERDA, TÚ PUEDES SALVAR UNA VIDA!


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