miércoles, 11 de febrero de 2015

La enfermera que yo quiero




 Por Olga Álvarez Montes


Esta semana  me he dedicado a preguntar a pacientes, familiares y amigos qué cualidades consideran más importantes para ser una buena enfermera, es decir, qué aspectos son lo que más valoran cuando necesitan de nuestros servicios .

Exceptuando las consabidas bromas sobre el tópico sexual asociado a nuestra profesión, me ha llamado la atención que la respuesta más habitual esté relacionada con aspectos comunicativos y relacionales, como el buen trato, la cordialidad, la cercanía, el saber escuchar, etc... siendo secundarios aspectos como la profesionalidad, cualificación, formación adecuada...

Sin embargo, si la pregunta se hace con respecto al médico, la cosa varía un poco. Se suele dar más importancia al hecho de que sea un buen profesional, refiriéndose a que tenga conocimientos adecuados y actualizados, dejando un poco al margen los aspectos relacionales, aunque mi percepción es que estos adquieren más relevancia en los pacientes más mayores.


Tecnificación versus humanización


Ana de Pablo, médico, cuyo blog (curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre) os recomiendo, nos habla en un artículo sobre los exámenes para médicos especialistas, de la excesiva tecnificación de la medicina, en detrimento de aspectos como la bioética y la comunicación. Sin embargo destaca todo lo contrario en los exámenes para especialistas de enfermería:

"No estamos evaluando vocación, sino conocimientos. No premiamos al médico que se sienta, escucha y sonríe, sino al doctor House "

 "Pero resulta que las enfermeras especialistas se han repasado los principios de la bioética, conocen la ética del cuidado y lo más importante de la entrevista clínica. Y saben quién fue Virginia Henderson y qué es un cuadro de mando, lo mismo que conocen la técnica de Papanicolau, las necesidades nutricionales del recién nacido o la tasa de filtrado glomerular. Los médicos especialistas solo necesitan saber de esto último"

"Se buscan médicos técnicos que pueden ser una nulidad en ética o en relación con el paciente.  

"La enfermería nos ha adelantado en cuanto a humanización."


 "No se valora el lado humano de la Medicina, que para algunos podría incluso desaparecer sin que nadie la echara de menos. Nos convierte a los médicos en meros técnicos, en enciclopedias andantes, en ejecutores de pruebas, sin una migaja de humanismo"



Comparto esta interesante reflexión, aunque creo que en la práctica asistencial la realidad no siempre es así y depende también en gran medida del propio profesional. Conozco a muchos médicos de familia que poseen unas habilidades de comunicación excelentes y saben empatizar con los pacientes, al igual que conozco a enfermeras que tienen muy poco de humanistas, por mucho que lo hayan estudiado en la carrera.


Lo que sí es cierto es que es necesario darle a estos aspectos éticos y de comunicación la importancia curricular que merecen.


Definición de salud según la OMS 


«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.»

Esta definición no ha sido modificada desde 1948, es decir, desde hace 67 años se conceptualiza  la salud como un todo. De manera que para poder alcanzarla no es suficiente un enfoque biologicista centrado exclusivamente en la patología sino un enfoque integral y humanista del individuo.

Técnica y humanismo deben por tanto ir de la mano, no separados.

Pero volviendo a la pregunta inicial sobre las cualidades de la enfermera... esa insistencia en temas relacionales y no en nuestra cualificación... ¿no significará también que la población desconoce o incluso no le dá la suficiente importancia a nuestro trabajo?. ¿No tendrá relación con el hecho de que sea una profesión eminentemente femenina y que se asocie el cuidado como algo puramente doméstico? Y en el caso de las mujeres médicos...¿la visión de la sociedad es la misma?

Demasiadas preguntas para las que yo, personalmente, no tengo respuestas pero que nos invitan a reflexionar.

Lo que sí tengo claro es que existe un gran desconocimiento por parte de la población e incluso de otros profesionales del ámbito de la salud sobre nuestro trabajo y el relevante papel que supone este para la sociedad.

Como sabéis, precisamente la misión de este blog es informar a la población sobre nuestra labor, concretamente la de las enfermeras de familia y comunitaria, así es que, vayamos a ello...


¿ Qué es ser enfermera de familia y comunitaria?


La misión de la Enfermera Familiar y Comunitaria es la participación profesional en el cuidado compartido de la salud de las personas, las familias y las comunidades, en el «continuum» de su ciclo vital y en los diferentes aspectos de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, recuperación y rehabilitación, en su entorno y contexto socio-cultural.

La acción de la Enfermera Familiar y Comunitaria está orientada por principios y fundamentos científicos, humanísticos y éticos de respeto a la vida y a la dignidad humana. Su práctica requiere de un pensamiento interdisciplinario, de una actuación multiprofesional y en equipo, y de una participación activa de las personas a las que atiende, con visión holística del ser humano en su relación con el contexto familiar, social y ambiental.


La orden SAS/1729/2010, de 17 de junio,del Boletín oficial del Estado, por la que se aprueba y publica el programa formativo de la especialidad de Enfermería Familia define los valores fundamentales que deben guiar a esta:

a) Compromiso y orientación a las personas, familias y comunidad: Las personas en su acepción holística, a lo largo de toda su vida y en su entorno natural, junto a las familias y comunidades con sus interacciones, su cultura y también en su medio, son los protagonistas activos de la atención que presta la Enfermera Familiar y Comunitaria. Sus actuaciones están orientadas a la mejora y mantenimiento compartidos de su salud y bienestar, no reduciéndose a la intervención clínica ante la presencia de enfermedad.

b) Compromiso con la sociedad, la equidad y la eficiente gestión de los recursos: La Enfermera Familiar y Comunitaria al desarrollar su actividad en el ámbito de la atención primaria de salud es el primer contacto y puerta de entrada al sistema sanitario. Tiene una alta responsabilidad social respecto al uso eficiente de los recursos sanitarios, ya que su uso inadecuado no sólo representa un riesgo para las personas, sino también un gasto innecesario que priva al conjunto de la sociedad de otros recursos.

La Enfermera Familiar y Comunitaria como profesional que trabaja en el primer nivel de atención debe facilitar el acceso al sistema sanitario, eliminando cualquier barrera física, estructural u organizativa que lo dificulte. Asímismo facilitará y potenciará la participación ciudadana activa y responsable en la búsqueda de respuestas a sus problemas de salud y en la planificación de los servicios sanitarios.

La Enfermera Familiar y Comunitaria adquiere un especial compromiso con los sectores sociales más desfavorecidos por razones de clase social, género, etnia, edad, discapacidad, enfermedad, etc. con el objetivo de mantener un principio de equidad en el acceso a sus cuidados. Para ello planifica, dirige e implementa en su actividad cotidiana programas de salud específicos dirigidos a cubrir las necesidades de estos y otros grupos en riesgo.

La Enfermera Familiar y Comunitaria coopera y participa activamente con las organizaciones y redes comunitarias, organizaciones no gubernamentales, asociaciones de ayuda mutua y demás instituciones públicas o privadas que tienen por objetivo mejorar la salud del conjunto de las personas.

c) Compromiso con la mejora continua de la calidad: La Enfermera Familiar y Comunitaria toma sus decisiones basándose en las evidencias científicas actualizadas y para ello mantiene al día sus conocimientos, habilidades y actitudes profesionales, al tiempo que hace partícipes a las personas en la toma de decisiones que afecten a su salud.

La enfermera Familiar y Comunitaria reconoce como prerrequisito de la atención de calidad el valor del trabajo en equipo y la participación y corresponsabilización de las personas a las que presta sus cuidados.

d) Compromiso con la ética: La Enfermera Familiar y Comunitaria es exigente consigo misma, con la propia administración sanitaria y con el resto de los actores que intervienen en ella, para el cumplimiento de su misión.

La Enfermera Familiar y Comunitaria basa su compromiso con las personas en los principios de la bioética y muy especialmente, dada la idiosincrasia de su ámbito de actuación, en el principio de autonomía (autocuidado y responsabilidad). Garantiza el respeto a cada uno de los derechos de los usuarios y pacientes del sistema sanitario conforme a lo establecido en la Ley de ordenación de las profesiones sanitarias y en la Ley básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.

Mantendrá el rigor y la ética en el desempeño de sus funciones de docencia y de investigación.

e) Compromiso con la seguridad de los usuarios y pacientes: La Enfermera Familiar y Comunitaria promoverá y desarrollará el conocimiento y la cultura de seguridad de las personas a las que atiende. Colaborará y participará en proyectos que impulsen y evalúen prácticas seguras.

f) Compromiso con el desarrollo profesional: La Enfermera Familiar y Comunitaria está comprometida con el desarrollo general de su profesión y particularmente con el de su principal ámbito de trabajo, la enfermería que interviene con las familias, las comunidades y en la salud pública.



La enfermera que yo quiero....

  • Resumiendo, la enfermera que yo,como paciente quiero, y como profesional aspiro a ser, es una enfermera preparada y en contínua formación. Muestra seguridad en lo que hace pero a la vez posee la humildad suficiente para reconocer sus fallos y buscar soluciones. 
  • La enfermera que yo quiero sabe escuchar e intenta ponerse en mi lugar dentro de sus posibilidades. Posee habilidades para comunicar su mensaje adaptándolo a mí.
  • La enfermera que yo quiero es cercana y muestra calidez. Me trata como una persona no como una patología, sin descuidar los aspectos psicológicos, sociales y culturales.
  • La enfermera que yo quiero no es autoritaria ni demasiado maternal.
  • La enfermera que yo quiero respeta mi autonomía como paciente, la confidencialidad y la equidad así como mi dignidad como ser humano.
  • La enfermera que yo quiero se implica en acciones que salvaguarden los derechos de los ciudadanos y colabora activamente con la comunidad.
¿Alguien conoce a alguna o a alguno así?..

 El siguiente vídeo resume muy bien qué significa ser enfermera: 




Y para finalizar...un poquito de humor...



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