jueves, 25 de junio de 2015

¡Soplaré, y soplaré!... Espirometrías en tu centro de salud

 

Por Ángel Palacios Álvarez

La espirometría es una técnica fundamental en la valoración del paciente con síntomas respiratorios. Esta prueba se realiza tanto en el ámbito hospitalario como en los centros de salud, donde se ha extendido su uso en los últimos años. Aunque las conclusiones de los últimos estudios sobre enfermedades pulmonares indican que existe un elevado porcentaje de pacientes con EPOC erróneamente diagnosticados, la correcta formación de la enfermera de Familia y Comunitaria en esta materia está logrando mejores resultados cada día, integrando la realización de la prueba en su labor asistencial, y completando así el adecuado abordaje del paciente respiratorio. 


Esta semana queremos dedicar este espacio a recordar brevemente algunos conceptos relacionados con la espirometría forzada, y a ofrecer algunos sencillos consejos que pueden ayudar a la hora de la preparación del paciente y de la prueba. Esperamos que os resulte interesante.



¿Qué es la espirometría forzada?


La espirometría forzada es la prueba funcional más frecuentemente realizada por enfermería en pacientes con enfermedades respiratorias. Consiste en una técnica respiratoria sencilla, controlada e indolora, que mide el volumen de aire que es capaz de expulsar el paciente en una espiración forzada (durante al menos 6 segundos), y la velocidad con que lo hace. 

La espirometría ofrece 3 parámetros como resultado:
  1. El volumen de aire que es capaz de espirar el paciente de forma forzada desde los pulmones completamente insuflados (la capacidad vital forzada o FVC)
  2. El volumen de aire que es capaz de expulsar el paciente durante el primer segundo de la espiración forzada (el volumen espiratorio forzado en el primer segundo o FEV1)
  3. La relación entre FEV1 y FVC (FEV1/FVC)

El análisis del FEV1, de FVC y de FEV1/FVC permite clasificar los trastornos pulmonares en tres patrones diferentes: obstructivos, restrictivos y mixtos.


Por otra parte, el FEV1 es el parámetro del que se extraen más datos demográficos y epidemiológicos, y el de mayor importancia, dada su fácil reproducibilidad.

Los resultados de las pruebas de función pulmonar dependen de ciertas características biológicas de la persona, que son el sexo, la edad, la talla y el peso (y la raza en algunos modelos actualizados). Así, la interpretación de la espirometría se basa en la comparación de los resultados de la prueba del paciente con los valores que corresponderían a un individuo sano de sus mismas características antropométricas, llamados valores teóricos o de referencia. A su vez, las curvas normales nos dan información visual sobre la calidad técnica de la maniobra, el diagnóstico rápido orientativo, a la vez que ayudan a seleccionar correctamente la maniobra válida (de entre todas las realizadas).


Algunas veces, es necesario realizar la prueba dos veces, la primera sin haber tomado la medicación inhalada habitual, y la segunda tras inhalar un medicamento broncodilatador y esperar unos minutos a que haga efecto. 


Indicaciones de la espirometría


Las indicaciones de la espirometría son múltiples, siendo las más importantes:
  • Evaluación de síntomas respiratorios 
  • Diagnóstico y control de enfermedades pulmonares crónicas (asma, EPOC, bronquiectasias, fibrosis quística, bronquiolitis, tuberculosis pulmonar, etc.)
  • Despistaje de EPOC en fumadores (el tema del tabaco y el EPOC lo tratamos en un artículo anterior)
  • Valoración preoperatoria
  • Valoración función pulmonar (deportistas, bomberos, etc.)


Contraindicaciones de la espirometría


Las contraindicaciones para la realización de una espirometría forzada son todas aquellas situaciones o circunstancias que desaconsejen la realización de un esfuerzo físico, entre las que destacan: 
  • Neumotórax reciente o activo
  • Hemoptisis
  • Desprendimiento de retina o cirugía de cataratas reciente
  • Inestabilidad cardiaca (angina de pecho, infarto reciente, etc.) 
  • Crisis respiratorias graves y activas


Por otra parte, existen unas contraindicaciones relativas que sin ser peligrosas para el paciente, llevan frecuentemente a una mala calidad de la prueba y a su invalidación. Algunas son:
  • Falta de colaboración del paciente
  • Mala comprensión de la maniobra
  • Estados físico o mental alterados
  • Problemas bucales o faciales
  • Hemiplejía facial
  • Náuseas incontrolables al introducir la boquilla en la boca

Recomendaciones previas a los pacientes


Para conseguir la adecuada realización de la espirometría es necesario que el paciente siga una serie de instrucciones previas que le entregará el personal de enfermería en el momento de la cita. Estas recomendaciones se ofrecerán tanto por escrito como verbalmente para que todas las dudas del pacientes queden resueltas en ese momento. Dichas instrucciones son:
  • Aunque no es necesario venir en ayunas, es conveniente no realizar comidas copiosas en las 2 horas previas a la prueba
  • No hacer ejercicio al menos 1 hora antes de la prueba
  • No fumar al menos 4 horas antes
  • Suspender la medicación inhalada 24 horas antes de la prueba
  • Acudir a la realización de la prueba con los inhaladores que utiliza habitualmente
  • No tomar en las horas previas a la prueba estimulantes o depresores del sistema nervioso central como el alcohol, té, café o tranquilizantes
  • Se recomienda traer ropa cómoda, no ajustada, evitando llevar corbatas, cuellos ajustados, fajas o corsé, ya que podrían incomodar en el desarrollo de la prueba
  • Los pacientes que tengan prótesis dentales móviles deben comunicarlo al personal que realiza la prueba


Preparación de la prueba


Para la realización de la espirometría se deben seguir unas sencillas pero importantes instrucciones:
  • El paciente debe estar cómodamente sentado
  • La ropa ajustada se debe aflojar (cuello de la camisa, fajas, etc.)
  • Se colocará una pinza nasal, para evitar escapes de aire por la nariz
  • Siempre se utilizará una boquilla desechable, por cuestiones de higiene
  • Se realizarán un mínimo de 3 maniobras y un máximo de 9


Realización de la espirometría


Para realizar la espirometría de una manera correcta se deben seguir los siguientes pasos:
  • Pedir al paciente que vacíe los pulmones con suavidad
  • Pedirle que a continuación realice una inspiración máxima, de forma relajada
  • Colocar la boquilla entre los labios, sellándolos muy bien
  • Dar una orden enérgica y tajante para que el paciente comience la espiración forzada (la orden enérgica evitará que el paciente expulse el aire de manera dubitativa, invalidando la prueba)
  • Animar de manera insistente y enérgica al paciente a que continúe soplando tanto como pueda, para así obtener el máximo esfuerzo del paciente y evitar la interrupción temprana de la maniobra
  • La maniobra de espiración forzada se prolongará como mínimo durante 6 segundos
  • La maniobra de espiración forzada se repetirá como mínimo tres veces (siempre que las curvas obtenidas sean satisfactorias) 
  • De no ser así, se repetirá la maniobra hasta obtener 3 curvas satisfactorias, siempre con un máximo de nueve maniobras

La mejor curva de las obtenidas será aquella en la que la suma del FEV1 y del FVC sea la mayor, (aunque alguno de estos parámetros sea mayor por separado en alguna otra curva).


Los resultados de la espirometría deben expresarse tanto de forma numérica como de forma gráfica:
  • Datos cuantitativos y porcentajes
  • Curva Volumen/Tiempo y curva Flujo/Volumen

La maniobra técnicamente satisfactoria


La maniobra se considera técnicamente satisfactoria cuando tras obtener tres curvas correctas, la diferencia entre las dos mejores es inferior al 5% o a 100 ml. Para ello seleccionaremos de tres maniobras correctas dos que sean reproducibles, y de éstas la mejor.

Muchos espirómetros dan esta información de manera automática, indicando si la maniobra ha sido satisfactoria. Además, como ya hemos comentado, las curvas deberán durar como mínimo 6 segundos para ser satisfactorias.

Las pruebas mal realizadas deben ser descartadas, ya que intentar interpretar dichas pruebas nos llevará a un error, y a un posible fracaso diagnóstico. Se considera necesario cumplir dos tipos de criterios de calidad para considerar una espirometría como correctamente realizada, criterios de aceptabilidad y de reproductibilidad.


Y a pesar de que todo lo anterior esté bien hecho, para poder decir que la prueba se ha realizado correctamente debemos recordar: 
  • Calibrar el aparato previamente (los espirómetros requieren de un mantenimiento que consiste en una calibración periódica, limpieza diaria y, en algunos modelos, una desinfección semanal del sistema)
  • Motivar al paciente para una espiración correcta, sin asustarle
  • Insistir al paciente que está realizando una prueba de esfuerzo
  • No sobrepasar los 9 intentos como máximo

Para concluir, os dejamos un video muy interesante que muestra como se realiza la espirometría forzada:



¡Recuerda que tu enfermera de Atención Primaria puede aconsejarte sobre cómo preparar mejor tu espirometría!


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