miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿Sexo? Sí, gracias...(II)



Por Olga Álvarez Montes

El amigo invisible


El pasado 4 de Septiembre se celebró el día mundial de la salud sexual en el que entre otras cosas se promueve el reconocimiento del placer sexual como un componente esencial para la salud y el bienestar.

Como ya os prometimos hace unos meses, continuamos con nuestros artículos sobre este tema tan interesante, con un enfoque menos biologicista , que aborde cuestiones como el placer, los afectos, la igualdad de género y el respeto a la diversidad sexual.


En esta ocasión hablaremos de un gran desconocido : EL CLÍTORIS, un órgano cuya función es exclusivamente proporcionar placer a la mujer.

Si la sexualidad en general siempre ha sido un tema tabú en la mayoría de las culturas, no digamos ya la sexualidad femenina, reducida a aspectos reproductivos y de satisfacción masculina, fruto de la visión androcéntrica dominante.

De manera  que se produce la increible paradoja de que mientras que el cuerpo femenino siempre ha sido considerado un símbolo e icono de la sexualidad, representado miles de veces en el arte, la publicidad etc... el clítoris ha permanecido invisible para el hombre e incluso para las propias mujeres.

Todavía hoy, sigue siendo ignorado, despreciado e incluso mutilado tanto física como mentalmente.

Como muestra, basta ver, que mientras que para el pene y la vagina existen numerosos sobrenombres en las distintas lenguas, para el clítoris, prácticamente no existe ninguno y ni siquiera hay expresiones que lo mencionen.

Como dice Sophia Wallace, artista visual, en su proyecto Cliteracy: "El clítoris no es un botón, es un iceberg". Así es que, vamos a conocerlo...


Un poco de Historia...


La palabra Clítoris proviene del griego "Kleitoris", que significa "pequeño monte".

Se piensa que ya en el siglo II d.C. fue identificado por el médico Rufo de Éfeso.

Mucho después, en 1559, el cirujano Mateo Realdo Colombo de la Universidad de Padua lo menciona en su libro De re anatómica, cayendo después en el olvido.

Es en 1844 cuando el anatomista alemán George Covel lo redescubre y publica una descripción detallada de éste en el famoso manual Anatomía de Gray.


Sin embargo, las concepciones y prejuicios de la época hacen que se considere al clítoris y a la masturbación femenina como causa de desviaciones y enfermedades, recomendándose en muchos casos la extirpación de éste hasta principios del siglo XX.

Curiosamente en la edición de 1948, desaparecen los datos sobre el clítoris del manual antes mencionado.

Ya en 1960, las investigaciones de Masters y Johnson, destacan su importante función en la sexualidad femenina, pero ha seguido siendo un tema poco estudiado y tabú en muchas culturas.


Estructura y funcionamiento


La parte visible del clítoris, el glande y el capuchón o prepucio, es muy pequeña con respecto al resto de su estructura, que en total suele medir alrededor de 10 cm cuando se encuentra en reposo, aumentando su tamaño durante la erección, al igual que el pene.

Ciertamente es muy similar a éste, y no se diferencian hasta la semana 12 de la gestación, pero en este caso su función es únicamente la de dar placer a la mujer, mientras que el pene tiene además la función reproductora y urinaria.


El glande está unido al cuerpo del clítoris,donde se encuentran los cuerpos cavernosos que se bifurcan en dos.

Rodeando la vagina se encuentran los bulbos vestibulares. Cuando estos se llenan de sangre en la erección, presionan la vulva hacia afuera estrechando la vagina.

Sólo en el glande se encuentran 8.000 terminaciones nerviosas, el doble que en el masculino.

Es por tanto la zona más sensible del cuerpo humano.

Su tamaño, color,y sensibilidad varían en cada mujer, Además también cambia de tamaño con la edad y con los partos, pudiendo en la menopausia ser el doble que en la adolescencia.

Muchas mujeres tienen orgasmos más intensos en la madurez, aunque no existen estudios que relacionen el tamaño con el placer sexual.


Orgasmo vaginal versus orgasmo clitoriano


Hasta hace poco se consideraba que existían dos tipos de orgasmo femenino: el provocado por la estimulación del clítoris y el vaginal.

Ya Freud consideraba al primero como orgasmo "infantil", siendo el segundo el verdaderamente "adulto".

De esta forma se suponía que las mujeres podían llegar al orgasmo sin la estimulación del clítoris, reduciendo el acto sexual sólo al coito.

Es sabido que muchas mujeres fingen los orgasmos, adoptando un papel subordinado totalmente al placer masculino. Incluso, aunque parezca increible, hay mujeres que no han tenido un orgasmo en su vida, ya sea por tabúes culturales o por desconocimiento.

Algunos estudios reflejan que tan sólo un 30% de las mujeres refieren tener orgasmos vaginales con la penetración.

La vagina tiene pocas terminaciones nerviosas, precisamente para facilitar los partos, por lo que todo indica que en lugar de esta, lo que se está estimulando es el clítoris interno.

Es decir, en todos los orgasmos está implicado directa o indirectamente el clítoris.

Esto quedó demostrado en el año 2009 cuando se consiguió visualizar toda la estructura de un clítoris erecto mediante una ecografía en tres dimensiones.

Ablación y clitoridectomía


Aunque más adelante dedicaremos un artículo al tema de la mutilación genital, no podemos hablar del clítoris sin hacer mención a esta práctica que provoca graves enfermedades e incluso la muerte así como incapacidad para disfrutar del placer sexual.

La OMS estima que afecta a unos 140 millones de niñas y mujeres en el mundo, y que anualmente 3 millones corren el riesgo de sufrirla.

Las dos formas que persisten en la actualidad son la ablación o "sunna" y la infibulación o "circuncisión faraónica". En esta última no sólo se elimina el clítoris sino también se eliminan otras estructuras y se cosen los labios dejando un pequeño orificio para orinar.

No obstante, este tipo de prácticas también se realiza de forma similar en Occidente, y no me refiero a los casos aislados de inmigrantes, sino a nuestra propia comunidad médica.

Lo que sucede es que en lugar de ablación lo llamamos clitoridectomía, que es más aceptable socialmente.

Esta técnica consiste en la extirpación del clítoris a las niñas que nacen con el clítoris hipertrofiado (personas intersexuadas) para que no se confunda con un pene. Esto provoca dolor e incapacidad de disfrutar del placer sexual y sobre todo niega a la persona el derecho a decidir sobre su identidad de género.


Educación sexual integradora desde Atención Primaria


Es necesaria una educación sexual integradora, en la que se hable de sexo con naturalidad, más alla de la reproducción, la anticoncepción o las enfermedades de transmisión sexual.

Desde la escuela,la casa, los centros de salud, dignifiquemos la sexualidad de las mujeres, rompamos las rígidas normas de género que nos han impedido durante años disfrutar de una sexualidad plena.

Mientras nuestro placer no cuente, jamás alcanzaremos la igualdad.

Para terminar, os dejamos con dos vídeos, el primero es una canción muy divertida  y el segundo es un interesante documental por si queréis ampliar información.





Y un consejo de tu enfermera: 

¡Apaga el televisor y enciende el clítoris!




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