miércoles, 3 de septiembre de 2014

Virus que matan: Ébola



Por Olga Álvarez Montes


Aunque los primeros casos de Ébola se diagnosticaron en el año 1976 en Zaire y Sudán, y han existido numerosos brotes epidémicos desde entonces con una elevada mortalidad asociada,  ha sido en Marzo de este año 2014 cuando ha surgido el mayor brote hasta ahora conocido, concretamente del  serotipo  más letal de todos, el Ébola-Zaire, afectando inicialmente a Guinea-Conakry y expandiéndose posteriormente a Sierra Leona, Liberia y Nigeria.

El 8 de agosto de 2014, la OMS decreta la situación como "emergencia pública sanitaria internacional" y recomienda medidas para detener su transmisión en medio de una gran preocupación mundial ante el riesgo de una pandemia global. Entre dichas medidas, pide a los países donde se han detectado afectados que declaren la  situación como  emergencia nacional y  así mismo hace una llamada a la solidaridad internacional.

Actualmente la cifra de fallecidos por la epidemia  ronda  los 1500 individuos y la infección amenaza con seguir extendiéndose tras fallar los mecanismos de contención iniciales.


Intervención  urgente y protocolos de seguridad efectivos


Organizaciones no gubernamentales como Médicos sin Fronteras, alertan de la necesidad urgente de incrementar los recursos y las actuaciones en los países afectados, los cuales poseen sistemas de salud débiles y  no están preparados para asumir una epidemia de esta magnitud.

Por otro lado, la repatriación del padre Pajares a nuestro país, el 8 de Agosto , primera que se realizaba a Europa de un ciudadano infectado, ha creado una gran alarma sanitaria en todo el continente, y ha puesto en entredicho la adecuación  del sistema de salud español, cada vez más castigado por los recortes  sanitarios, para abordar adecuadamente este tipo de emergencias  y prevenir de forma eficaz la transmisión de la enfermedad.

Aunque se está trabajando a fondo en la búsqueda de antídotos efectivos contra el virus y en la elaboración de una vacuna para prevenir la infección, es importante sobre todo la implicación de la comunidad internacional mediante acciones locales en los países afectados.

Lo Global y lo Local


Como dice Francisco José Ayala Pereda, uno de los científicos españoles más prestigiosos en activo, experto en biología evolutiva, proteger contra las infecciones a los países que no tienen los medios para poder hacerlo por ellos mismos no es una cuestión tan sólo humanitaria, es también una manera de protegernos todos. Si las inversiones que se realizan en bioterrorismo se dedicaran al control de las enfermedades infecciosas los beneficios para la humanidad serían mucho mayores.

En un mundo globalizado como es el nuestro, hasta que no comprendamos que todos estamos interrelacionados, y que lo que afecta a unos  indirectamente nos afecta a todos, no conseguiremos un entorno más seguro y sostenible. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la verdadera pandemia que afecta a nuestro planeta se llama “desigualdad en salud”(Ver artículo de Marzo 2014 ”Día mundial de la Salud ¿Algo que celebrar?”)


Arriesgando la vida…


La OMS estima que más de 240 profesionales  sanitarios han sido infectados por el virus del Ébola, y que alrededor de 120 han fallecido por su causa, algo sin precedentes en los últimos tiempos.

 El alto número de profesionales sanitarios que se han contagiado con el virus demuestra que las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores son insuficientes, y  se debe a que los sistemas de salud de los países afectados son deficitarios y están escasamente dotados, además de sobresaturados, por lo que el personal sanitario trabaja en condiciones precarias, y muchas veces carece de los equipos básicos de protección  o de la información necesaria para usarlos de forma adecuada.


Pero… ¿Qué es el Ébola?


La enfermedad del  Ébola es una  infección viral aguda grave y altamente contagiosa, que produce fiebre hemorrágica en humanos y  animales (monos, gorilas , chimpancé...), causada por el virus del  Ébola, que fue descrito por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finkes, al presentarse varios casos de fiebre hemorrágica en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ébola, afluente del Congo, ubicado en Zaire, donde surgió el primer caso.

El virus del Ébola es uno de los dos miembros de una familia de virus de ARN (ácido ribonucleico) llamado Filoviridae, al igual que el virus de Marburg, que también produce fiebres hemorrágicas y lleva una gran mortalidad asociada. Existen cinco serotipos del virus del Ébola: Ébola-Zaire, Ébola-Sudán, Ébola-Costa de Marfil, Ébola-Bundibugyo, y un quinto serotipo, el Ébola-Reston, que ha causado enfermedad en animales, pero no en humanos.

La cepa  Ébola-Zaire tiene la mayor tasa de mortalidad, hasta un  90 % en algunas epidemias, con una media de un 83 %.Es la que se ha presentado en el actual brote epidémico. Aunque no existe una certeza absoluta, se considera que determinados murciélagos frugívoros, son posiblemente los huéspedes naturales del virus del Ébola en África. Por ello, la distribución geográfica de los Ébola virus puede coincidir inicialmente con la de dichos murciélagos.

¿Cómo se transmite?


El virus se transmite por contacto directo con líquidos corporales infectados como la sangre, la saliva, el sudor, la orina o los vómitos, de animales o humanos, vivos o fallecidos. Hasta el momento, no existe evidencia científica sobre la transmisión aérea.

Las ceremonias de enterramiento  que se celebran en ciertas aldeas africanas  suponen un elevado riesgo de contagio, ya que se entra  en contacto directo con el cadáver. Comer carne de animales infectados supone también otro mecanismo de transmisión del virus muy importante.

 Concienciar a la población sobre las formas de transmisión del virus, adaptándose a los contextos culturales y evitando crear alarmas  así como  la estigmatización de la enfermedad se convierte en una tarea complicada.

Síntomas


El periodo de incubación del virus varía de 2 a 21 días, aunque lo más habitual es entre 5 y 12 días. El diagnóstico se obtiene por la sintomatología, los antecedentes y pruebas de laboratorio que indican disminución de leucocitos y plaquetas , así como un aumento del hematocrito por la deshidratación.

Los síntomas son variables pues dependen de cada persona y cada situación. El inicio suele ser, generalmente, súbito y caracterizado por fiebre alta, postración,  mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor articular), dolor abdominal y cefaleas. Alrededor de una semana aparecen en todo el cuerpo  erupciones, frecuentemente hemorrágicas.

Las hemorragias se presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, provocando sangrado  tanto por la boca como por el recto. La tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% y los pacientes generalmente mueren por shock hipovolémico debido a  la pérdida de sangre.


¿Existe tratamiento?



Aunque existen varios laboratorios que están experimentando con diversos sueros como el ZMapp, que parece haber resultado efectivo en dos estadounidenses repatriados desde Liberia, y de que los avances en la obtención de una vacuna eficaz parecen importantes, con un 100% de efectividad en primates no humanos según el laboratorio farmaceútico  NewLink  Genetics Corp., por el momento, y para la mayoría de las personas, sobre todo la población de los países más afectados, el tratamiento sigue siendo puramente sintomático, a base de control de la fiebre, el dolor, reposición de líquidos y transfusiones sanguíneas.


¿Cómo se previene? La importancia del mensaje


Las intervenciones comunitarias son otro aspecto fundamental  en el control y seguimiento de la expansión de la enfermedad, más allá de lo puramente asistencial.
La importancia del mensaje y de la adecuación de éste al contexto cultural es primordial para que sea efectivo. Para ello es importante la colaboración de equipos multidisciplinares en los que se incluya a  Antropólogos que ayuden a comprender dicho contexto cultural y que se implique a los agentes de salud locales, sanadores etc… de las diferentes comunidades.

Las actividades preventivas se centran sobre todo en medidas informativas y de sensibilización a la población, haciéndose hincapié  en las medidas higiénicas y de lavado de manos y la importancia de la comunicación de casos sospechosos para su control y seguimiento de manera que se pueda frenar la difusión del virus.

Os recomendamos que no dejéis de ver los siguientes vídeos de Médicos sin Fronteras.No son extensos y reflejan muy bien cómo se está viviendo la situación en estos momentos y la importancia de trabajar con la comunidad.










Si queréis colaborar con MSF  pinchad en el siguiente enlace www.msf.es/Ebola‎.

Nos vamos, pero no sin antes manifestar todo nuestro respeto y admiración a los compañeros que con su trabajo diario luchan por erradicar esta terrible enfermedad.¡Hasta la próxima!


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